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miércoles,
25 de
abril de
2007 |
El destino los juntó después de la guerra
Durante muchos años en la Cooperativa Agrícola de Los Cardos trabajó como recibidor de granos Federico Walter Winkler, un alemán que —según cuentan los lugareños— huyó del terror de la Segunda Guerra Mundial y se refugió en nuestro país.
Cuando ya había pasado un largo tiempo de desempeñar esa labor llegó a la zona un inmigrante italiano, José Mariano Luchetti, quien compró parcelas de campo y se dedicó a la agricultura.
Pero como una ironía del destino, cuando éste fue a vender el trigo de su primera cosecha se encontró a Winkler, a quien había conocido en el Viejo Continente.
Según se supo después, Winkler había sido prisionero de guerra de Luchetti y el italiano se apiadó de él y lo dejó escapar. Así se encontraron otra vez, ya lejos de aquellos tiempos amargos, y cultivaran desde entonces una estrecha amistad que se extendió hasta el final de sus días.
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