Fichas

Poesía. Pianoforte, de Alberto Muñoz.Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2006, 136 páginas, $ 25.
Alberto Muñoz (Buenos Aires, 1951) compone este “tratado ecléctico sobre el arte musical” en tres partes, dedicadas al arte y a los cultores de la música. En “Juan Carlos Paz”, escribe: “Oyendo/ toda la verdad juntada en una noche// como una rana/ escuché el diapasón de los presentes.// Extraño los grandes abrigos/ ningún profeta ve subir la savia por el brote.// Oyendo más que otra cosa/ no tengo ¡caray! un sobretodo// y algo falta para mí// con este frío/ y el sonido de los pétalos flotando”.

Historia. Historia en tránsito, de Dominick Lacapra. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2006, 266 páginas, $52.
Lacapra propone un diálogo entre historia y teoría crítica para pensar la historia como un fenómeno dinámico. La historia, sostiene, está siempre en tránsito, por lo que sus definiciones y fronteras no pueden ser determinadas de modo preciso, y “esta condición transitoria afecta el significado mismo de la comprensión histórica”. Los conceptos de experiencia e identidad, los cruces de historia y psicoanálisis y “una interpelación a Giorgio Agamben” constituyen algunos de los temas del libro.

Autobiografía. Las pequeñas memorias, de José Saramago.Alfaguara, Buenos Aires, 2006, 208 páginas, $29.
“El niño que fui no vio el paisaje tal como el adulto en que se convirtió estaría tentado de imaginarlo desde su altura de hombre. El niño, durante el tiempo que lo fue, estaba simplemente en el paisaje (...) Su atención siempre prefería distinguir y fijarse en cosas y seres que se encontraran cerca, en aquello que se pudiera tocar con las manos, también en aquello que se le ofreciese como algo que, sin tener conciencia de eso, urgía comprender”, dice Saramago al relatar sus primeros años de vida.

Relato. La obra maestra desconocida, de Honoré Balzac.Libros del zorzal, Buenos Aires, 2006, 64 páginas, $29.
Según señala el traductor Iair Kon, este relato plantea “la pregunta sobre la creación artística, esa pregunta en la que creación y representación se disputan la mano y el corazón del artista (...) Balzac bosqueja la dimensión filosófica del arte en una suerte de Banquete que opone a tres generaciones de artistas: el iniciado, el maduro y el consagrado. Y, como en Platón, se plantea el gran debate de la filosofía, el interrogante sobre el ideal, ese tortuoso cuestionamiento que es condición inequívoca del artista”.