Los Tigres de Ludueña no aprenden a ganar

Tiro no se animó a más y empató 1 a 1 con Talleres en la Docta

Javier Parenti / Ovación

La T no es de Tiro, no es de triunfo, sí de transición. Es que los tirolenses se acercan a la conquista de los tres puntos pero se quedan cortos cuando tienen que asegurarlos. Les pasó una vez más en Córdoba, la tercera en quince días, y si bien el punto del 1-1 con Talleres que se llevaron a Rosario no fue un mal negocio, podría haber salido redondo si se animaban a más, si no se distraían en el área propia, tal como les pasó ante Unión y Huracán.

El pobre presente de Tiro y Talleres quedó reflejado en el juego. No por nada están bien abajo en las posiciones. Talleres intentó disimularlo con la voluntad de ir por más, Tiro aprovechando algunas ráfagas. Sin embargo, quedó demostrado, que con eso no alcanza.

Los cordobeses tuvieron un mejor pasar en la etapa inicial y no marcaron la diferencia sólo por dos grandes atajadas de Cárdenas. El paraguayo encontró en sus pies un cabezazo de Garay (19') y cortinó brillantemente un remate de Mannara (23').

Tiro no encontró la pelota porque Rodas no halló su espacio ni supo asociarse. Intentó solo, siempre desde afuera porque parece tenerle pánico a pisar el área. Igual, una de sus apariciones casi termina en gol al cierre de la etapa inicial, cuando abrió para Perezlindo y el nueve se la sirvió a Penta, quien entrando solo la tiró arriba.

Tras el descanso se vivieron los más aburridos e imprecisos diez minutos del partido, esos que mostraron nítidamente la actualidad de los dos equipos. Hasta que Tiro aprovechó la malaria del local. Robó y se animó Farías, Penta pisó el área y la pelota, tras rebotar en un defensor, derivó en Croce, quien se llenó el botín de gol para el 1 a 0.

La victoria le duró poco a Tiro, hasta que la desconcentración volvió a escena y la pagó con gol. Cómo habrá sido que Garay tuvo tiempo de pegar media vuelta para decretar el empate.

Entonces, la arremetida de los cordobeses bajó desde la tribuna y llevó a Tiro a tomar precauciones para no quedarse con las manos vacías otra vez.

Pese a ello, en una contra, casi se queda con todo cuando el arquero Diego Pozo salió mal con los puños y se la sirvió a Croce pero el "enano" le entró mal. Casi lo pierde también cuando a los 90' Garay ensayó una chilena en la medialuna que se fue apenas arriba.

Entonces sí se cerró el telón porque el presente les marcaba que en épocas de pobreza es preferible sumar de a uno que quedarse sin nada. Al menos, para Tiro fue un punto que le permitió dejar debajo de todos a su rival y en el que debe apoyarse para dar definitivamente el salto al triunfo, ese que no conoce en lo que va del torneo.