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domingo,
11 de
marzo de
2007 |
En foco. El mes de los conflictos
El cóctel de inflación y reclamos gremiales puso nuevamente esta semana en la mesa urgente de prioridades al tema del ingreso y la disputa por incrementos salariales. Aunque quizás el paro de los transportistas de cargas fue emblemático en este sentido por el alcance de la medida y porque el sector logró la recomposición ansiada, el anuncio oficial de elevar el mínimo no imponible de ganancias para descomprimir los bolsillos fue tal vez una señal mucho más elocuente de que la discusión por los ingresos vuelve a la carga con fuerza a partir de marzo.
Pero a diferencia de lo que ocurrió a fines de 2006 y principios de este año cuando el rum rum indicaba que el techo de incrementos se fijaría alrededor del 14% y que el gobierno ayudaría en ese sentido, las últimas recomposiciones de sectores clave indican que el techo subió algunos escalones.
En Rosario, la suba salarial del 20% que obtuvo la Unión Tranviaria Automotor para los choferes de colectivos urbanos y en la provincia la recomposición por encima de ese porcentaje que le otorgó el gobierno a los empleados nucleados en UPCN, son una muestra de que en la región la disputa salarial está abierta aunque con un margen más amplio que en el resto del país.
Y aunque el enfrentamiento entre el gremio docente (Amsafé) y el gobierno está en su punto más alto, el reclamo no es extemporáneo y los porcentajes empardan a lo que lograron los docentes en Buenos Aires, un conflicto en el cual entró a tallar la guerra de candidaturas entre ellas la del ministro de Educación, Daniel Filmus.
Cifras más, cifras menos, el debate está instalado y la decisión del gobierno de inyectar liquidez a los bolsillos por otra vía, como es el caso de la modificación de ganancias, indican que la recomposición no parece un reclamo desquiciado.
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