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domingo,
11 de
marzo de
2007 |
¡Cuánta
impunidad!
Hace ya 10 años que no está. ¡Cuántos proyectos, cuántos sueños sin cumplir, cuántas familias quebradas, cuántos amigos partidos de dolor! Recordamos a Daniela y la llevaremos siempre en el corazón. Aquella noche del 2 de marzo ella salió como pocas veces a bailar, pero un asesino al volante no le permitió seguir adelante. Sebastián Pira, esa triste noche, cruzó el semáforo en rojo a alta velocidad y su equivocación le costó dos vidas. A Celeste la atropelló matándola al instante. Pero su error no concluyó allí. Daniela estaba viva sobre aquel capot, y Sebastián zigzagueaba su automóvil mientras la insultaba. En la siguiente esquina frenó, tiró a Daniela y pasó su auto por encima de ella. ¿Esto es un accidente? Yo creo que no. El 2 de marzo pasado se cumplieron 10 años, Sebastián Pira todo este tiempo estuvo prófugo de la Justicia y a partir de este 2 de marzo queda absuelto de toda culpa. ¡Cuánta impunidad que existe para la gente que con un billete puede callar su culpa! Hoy no creemos en jueces justos, ni equidad en la Justicia. Queda demostrado que ni el dolor ni las marchas llevadas a cabo por familiares y amigos basta cuando hay poder adquisitivo de por medio. Nos conforma saber que existe un Dios justo del cual nadie escapa, ni queda absuelto.
Sabrina Avila, DNI 28.334.238
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