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domingo,
04 de
marzo de
2007 |
[Nota de tapa] Poesía en red
La cocina de la escritura
El sitio "la infancia del procedimiento" reúne a escritores argentinos y extranjeros en torno a una singular indagación de sus poéticas
“Este espacio está abierto a poetas argentinos y extranjeros de lengua española. La idea es registrar el procedimiento poético, «la cocina»¯ de cada escritor y generar un lugar para compartir, reflexionar y debatir. Tener la posibilidad de leernos, de «aprender» de los distintos modos que existen de construir un texto y también, por qué no, «saltar» el espacio virtual y conocer a tanta gente que hoy está escribiendo poesía o se interesa en ella”. Con estas palabras la poeta Selva Dipasquale presentó en septiembre del año pasado el blog La infancia del procedimiento (www.lainfanciadelprocedimiento.blogspot.com), un espacio de características inusuales para los modos corrientes de difusión de la poesía, desde que se define como de construcción colectiva hasta que se muestra abierto a diferentes estéticas.
De entonces a ahora, en el transcurso de pocos meses, esa iniciativa se ha multiplicado en nuevos proyectos y secciones (entrevistas, reseñas, traducciones) y ha dado lugar al Club Argentino de Poesía. La infancia del procedimiento ofrece hasta el momento textos de unos 45 poetas. Cada uno de ellos presenta su poética, elaborada en base a un cuestionario, y una antología de su obra; además se incluyen fotos de infancia, portadas de libros e ilustraciones. Autora de “Camaleón” (1998) y “Paraselene” (2005), Selva Dipasquale reseña aquí la historia del sitio.
—¿Cómo surge la idea del blog?
—La infancia del procedimiento surgió, en primer lugar, a raíz de mi interés en el procedimiento de composición en el arte, y no sólo respecto a la escritura. Y también, ya hacía un tiempo que venía pensando en hacer una lectura personal más amplia de la poesía que se está escribiendo actualmente. Cuando imaginé este sitio, sentí la necesidad de hacer algo así como “mi homenaje” a la poesía o una lectura, un recorte, que llevara mi sello personal. El proyecto está acotado, por ahora, a la escritura de poesía. También nació por otras circunstancias personales, que puede ser que no sean interesantes por sí solas pero sí para tratar de entender los alcances que tiene el proyecto en este momento, que son diferentes o más amplios con relación a su punto de partida: por ejemplo, surgió después de los que yo considero unos años de silencio con relación a la escritura, aunque no de inacción y de algunos cuestionamientos, dudas en torno a mi relación con el arte. Y, fundamentalmente, nació y crece en paralelo a mi experiencia de la maternidad. Para mí el proyecto es una continuación de la experiencia de la maternidad. La maternidad (o la paternidad) puede ser, como otras situaciones de la vida, una etapa de revolución personal y de mucha creación. Uno se cuestiona muchas cosas como hijo, se replantea la relación con los padres y aprende y construye su rol de madre o padre. Y, éste, ahora, más aún que en su inicio, es un proyecto de aprender, de compartir, de crear. El blog lleva en su nombre a la infancia en un doble sentido: la infancia como los primeros pasos que da el escritor en la construcción de un texto y como ese momento de la vida de mayor creatividad y libertad de expresión. Por momentos, me parece que lo único que hice fue decir “infancia” y esa palabrita movilizó a corazones y a escrituras muy diferentes. Fue como poner una semilla, que ahora, por suerte, estoy observando, contemplando, viendo crecer junto con otros...
—¿No hay un punto en que las distintas estéticas son inconciliables?
—¿Y por qué habría que “conciliar estéticas”? Creo que mi intención no fue conciliar sino reunir diferentes estéticas y mostrar que cada escritor con su estética puede tener algo valioso para decir más allá de la forma que elija. Sobre todo en la poesía contemporánea. Denise Levertov decía que la poesía contemporánea es exploratoria, es decir, que incorpora y revela el proceso de pensar/sentir, sentir/pensar, en lugar de enfocar exclusivamente sus resultados y que la musicalidad de un poema puede emerger de la “fidelidad con la experiencia”. La poesía contemporánea es la transmisión de esa experiencia con las palabras más adecuadas que se puedan encontrar para transmitirla y en esa experiencia la historia personal de cada uno tiene, para mí, un rol fundamental, es algo así como el “sello personal” de la escritura de cada uno y la infancia es una época, en esa historia personal, que tiene un lugar privilegiado. El criterio para incluir los distintos trabajos en el blog es, entonces, amplio. Para mí lo importante es que los textos sean auténticos, sinceros, creativos. Con Rita Kratsman y Florencia Castellano leemos el material que llega espontáneamente para ser incluido en el blog y también tenemos programadas algunas entrevistas personales a diferentes poetas. Ya le hicimos una entrevista a María Meleck, cuyo contenido está disponible en el blog. Pero volviendo a la pregunta, en otro sentido, tal vez, sí quise conciliar lo que no entiendo por qué se considera inconciliable, dar cuenta de que la poesía es una sola. Y esa idea también estará presente el 27 de marzo en la presentación de La infancia del procedimiento en el Centro Cultural de la Cooperación, en Buenos Aires, día en el que leerán los poetas María Meleck, Silvio Mattoni, Jorge Aulicino, Concepción Bertone y Paula Jiménez.
—¿Qué tipo de efecto puede provocar el blog en la lectura de poesía?
—El sitio propone una experiencia, y me gustaría citar aquí unos versos de Juan Carlos Moisés: “Una poesía que surge de la experiencia,/ y una experiencia que surge de la poesía”. La infancia del procedimiento propone, también, un diálogo entre poetas argentinos y extranjeros de lengua española y la difusión de la poesía contemporánea, intentando el acceso a la lectura de un público que no esté constituido solamente por poetas, sino por artistas provenientes de otros lenguajes y lectores en general. El proyecto no quiere cerrarse en una definición, prefiere ser, con sus objetivos, una construcción abierta, como quien hace un viaje y no sabe a cuántas ni a cuáles ciudades va a llegar.. La infancia del procedimiento no es, entonces, un lugar para la soberbia y tampoco se dedica a criticar lo que hacen los demás, ni los demás blogs, sino a construir, a crear. Y quienes llevamos adelante todo esto, disfrutamos de esta construcción, nos divertimos haciendo lo que hacemos, además de trabajar con amor y responsabilidad. Eso es muy importante para mí, porque nos permite estar vivos en un mundo rodeado de muerte y que nos necesita más vitales que nunca. Y hay algo, que me interesa mucho destacar: en este emprendimiento cada uno no sólo muestra lo que sabe sino lo que no sabía que sabe.
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