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domingo,
04 de
marzo de
2007 |
Rugby: Rosario no pudo
Pablo F. Mihal / La Capital
Antes del partido, cualquiera que comparara las realidades de los seleccionados de Buenos Aires y Rosario apostaba por una goleada de las Aguilas. En la pretemporada el conjunto porteño había aplastado sin piedad a Córdoba, Mendoza y al seleccionado de Uruguay, superando en todos los casos la barrera de los 45 puntos. Sin embargo, a la hora de jugar por los puntos, el equipo del Ñandú dio una clara señal de que con actitud se puede eclipsar cualquier pronóstico. Si bien ayer en Hindú, Buenos Aires se retiró victorioso al imponerse 26-6 (4-0), Rosario mostró un perfil que lo hace acreedor de un voto de confianza para ingresar en las semifinales.
No hubo goleada, ni tampoco un paseo porteño. Hubo un partido parejo, donde cada cual apeló a su libreto. Rosario tuvo un muy buen primer tiempo en el que jugó bien tácticamente, defendió en forma prolija y acertó en la toma de decisiones. El viento en contra del primer parcial, también fue un dilema que Rosario resolvió con acierto. Si algo puede achacársele es la falta de confianza para vulnerar al rival cuando entró en la zona de definición.
Un primer tiempo interesante y equilibrado en el marcador sorprendió a más de uno. Y si bien Buenos Aires se fue al descanso con un tanteador favorable 8-6, la historia hubiera sido diferente si se concretaban dos jugadas claves: un penal factible desviado y un line en ataque en las 22 porteñas mal lanzado y en donde se perdió la pelota.
Con un resultado incierto, el segundo tiempo prometía más emociones. Pero en ese período, Rosario no jugó de la misma manera y Buenos Aires tuvo mayor poder de definición, cosas que ayudan a entender un poco más el resultado. El agregado de la lluvia, convidada de piedra, sólo le sumó otro ingrediente a la tarde. Fue durante ese parcial donde el equipo de Fernández Gill, Turnes y Albarracín, dotado de jugadores de una gran calidad técnica, marcó la diferencia.
Rosario opuso una lucha de igual a igual hasta el final pero poco pudo hacer. Lo tuvo a tiro pero se le terminó escapando lejos. El resultado era previsible, pero más allá de la derrota Rosario dejó una buena imagen y tiene el crédito abierto.
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Amelong intenta eludir a la marca.
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