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domingo,
04 de
marzo de
2007 |
Con proyectos propios
y sin el apoyo oficial
Las organizaciones humanitarias no puede ofrecer ayuda residencial a más de un puñado de niños, de modo que la mayoría cada noche vuelve a sus casas o a las calles.
"Tenemos niños fugitivos, huérfanos, hijos de prostitutas, hay niños que se prostituyen a sí mismos, y niños abandonados por familias divididas", dijo Goswami. "Pero no podemos alimentar a todos en nuestros hogares". Es una lucha sin fin con escasa ayuda del gobierno y con el centro dependiente de su propia recaudación de fondos. Uno de estos proyectos es para que los niños hagan y vendan joyas.
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