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 jueves, 01 de febrero de 2007  
Viajeros del tiempo
Rosario 1905/1910

Guillermo Zinni / La Capital

Los déspotas del Central Argentino y los petardos. Solicitada. "Señor director de La Capital. El que suscribe es una víctima del despotismo imperante en la empresa de los F. C. C. Buenos Aires y Rosario y Central Argentino. Hace 14 años entré allí a prestar mis servicios lleno de salud y esperanza, y sufrí recargos de trabajo sin fin. En los cinco años y medio que trabajé como señalero en el cruce de Fco. Paz se me obligó a poner petardos durante la neblina después de mis doce horas de trabajo. El servicio de petardos consiste en colocarlos en cada tren que pasa para avisar del peligro. Cada vez que pasa un tren, hay que caminar 800 metros desde la casilla por medio de la vía, con los yuyos de medio metro de altura y mojados por efecto de la neblina. Hay que tener en cuenta que en la época de las neblinas pasan por este punto de 12 a 14 trenes por noche, por lo cual, en una palabra, me quedaba sin dormir, y a la mañana siguiente debía prestar el servicio de 12 horas como señalero. Esa vida me llevó a contraer un fuerte reumatismo que hoy me hace sufrir mucho, pero todo lo soporté ahogando mis sentimientos ante el deber de padre con numerosa familia. Luego, como triste premio a mis sacrificios, me trasladaron a Roldán y tuve que aceptar una reducción de sueldo. Y después de trabajar allí con una conducta intachable, me informan que me dejaron en la calle porque en mi lugar el señor gerente de estación quería colocar a un cuñado suyo. En resumen, que mis 14 años de sacrificio no valieron de nada; me quedé sin empleo, enfermo de reuma y con once hijos y una mujer enferma a causa de las privaciones que las circunstancias nos impusieron por tener que vivir con un sueldo miserable de 70 pesos una familia de trece personas. Esto lo digo para que sepa el público honrado las infamias del Central Argentino, y para que sepan también los pobres empleados nuevos que ponen al servicio de esta empresa sus fuerzas y su salud con la esperanza de mejores días, el pago que dan los déspotas de esa empresa ferroviaria. -Juan Juriol, ex señalero".

Cartera perdida. Una señora viuda, pobre y con cuatro hijos menores, el jueves pasado perdió una cartera conteniendo la suma de 12 pesos en el trayecto de Córdoba y San Martín hasta 3 de Febrero y Corrientes. Como se trata de una pobre mujer, se suplica a la persona que haya encontrado ese dinero quiera entregarlo en la administración de este diario para ser devuelto a su propietaria.

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