
|
jueves,
01 de
febrero de
2007 |
Los taxistas de la Terminal (II)
Personalmente uso muy espaciadamente el servicio público de taxis. Sí me preocupa como rosarino y conductor de coche particular las ya crónicas actitudes patoteriles de los taxistas. A su conocida filosofía de que las reglas de tránsito no les competen y por lo tanto no las cumplen, hay que agregarle su mafioso comportamiento en casos que la autoridad municipal les tolera. Me refiero a la copada parada de la Terminal de Omnibus donde no sólo se incumplen las ordenanzas, sino que se agudizan con permanente impunidad los crónicos defectos, llámense de seguridad, higiene, vestimenta, lenguaje, etcétera, groseramente instalados como folclóricos. Lamentablemente este ocurre en uno de los sitios más populosos de acceso a nuestra ciudad, a la que nuestro Ejecutivo municipal pretende considerar como turística, pero desatiende lo más esencial que es el turista.
Juan Carlos Romano
enviar nota por e-mail
|
|
|