|
domingo,
14 de
enero de
2007 |
Necesidad de vigilancia y carencia de
sanitarios
"El vigilante que estaba de guardia en la garita a las 5 de la mañana se fue al baño a la estación de servicios de Avellaneda y Seguí . Por eso no había nadie a la hora que atacaron a Justino Pereyra". Esa es la explicación que se brindó desde la Jefatura de la Unidad Regional II.
El destacamento de Garay y Lima está ahí por la militancia de un grupo de vecinos desde hace más de una década. El problema es que carece de infraestructura y para ir al baño el empleado a cargo del turno debió recorrer ocho cuadras: la distancia que media entre el puesto de vigilancia y la estación de servicios.
El destacamento funciona en esa esquina desde 2004 y en principio no tenía agua, luz, baño ni equipo de comunicaciones. Hoy, con una conexión precaria, a lo enganchado, la garita tiene luz. Y el policía se comunica por celular con la seccional 18ª. En ese sitio debe haber un policía 24 horas. "Durante el día, un par de vecinos permiten al personal policial utilizar el baño de su casa. Pero de noche tienen que ir al de la estación de servicios", explicó un oficial con mando en la zona. "Igualmente se abrió un sumario administrativo para determinar cuál fue la responsabilidad que le cabe al empleado en el hecho", precisó la fuente.
enviar nota por e-mail
|
|
|