Metafísica

El concepto de archivo o registro akáshico proviene del término sánscrito ékasha que significa éter: una finísima sustancia que baña al universo. Los archivos son un espacio, simbólico y parafísico, situado en el éter, en el que se recogen todas las palabras y las acciones cometidas por los seres humanos a lo largo del tiempo.

El archivo akáshico también está conectado a la idea de memoria genética que desarrolló el científico ruso Iván Efremov, según la cual todo lo pensado, hablado y actuado por nuestros antepasados está grabado de alguna manera en el código genético. El registro akáshico es el registro del viaje del alma desde los comienzos, y contiene todas las posibilidades para el crecimiento en esta vida. Además, cuando se efectúa una lectura del registro akáshico, se encuentra la energía necesaria para sanar las heridas pasadas, y de este modo comprender el presente.

Este archivo contiene todas las experiencias del alma, pasadas y presentes. Las futuras se van construyendo en base a las acciones de cada uno. Para comprender más profundamente el registro akáshico debemos remitirnos a la filosofía kármica, y saber la razón por la cual estamos, y cómo estamos aquí y ahora.

A través de las distintas vidas se experimentan las virtudes de la espiritualidad sobre lo físico, para dominar la materia. Todos estos "ir y venir" de las distintas vidas quedan registrados en el libro de la vida o registros akáshicos; pero por una cuestión de autoconservación se borran de la memoria para no recordar determinadas situaciones. Este registro guarda muy celosamente dicha información a través de la cual los Maestros Ascendidos de Luz, que cuidan el cumplimiento de las leyes cósmicas por amor, ordenan las vidas futuras.

Al ingresar en esos registros, el consultante, a través del lector, obtiene la información que su alma necesita comunicar a la personalidad para que pueda evolucionar.

La consulta se desarrolla con preguntas y respuestas que pueden ir desde lo material hasta lo espiritual. En algunos casos las respuestas podrán contener información que resguarde a las vidas pasadas, y que sea relevante para comprender una situación presente: una fobia, una situación que se repite o una relación.

Para leer los registros akáshicos se necesita una intensa preparación espiritual. Una lectura puede movilizarnos profundamente, ayudándonos a tomar decisiones.

Lo sugerido para aprovechar más una lectura de registros es que la persona que concurra a una entrevista tenga en la mente o por escrito algunas de las preguntas sobre situaciones de su vida que se repiten y que quiera saber. También es importante considerar que muchas veces el consultante no obtiene la información que quiere, sino la que necesita para ese momento. El mero hecho de indagar en el pasado para saber "quién fui" o "qué hice" movilizado sólo por la curiosidad no es beneficioso en este tipo de lectura. Lo que se busca es que los consultantes puedan acceder a un acercamiento espiritual que los ayude en la vida y en las relaciones con los demás, que sea una apertura para el alma y una comprensión más profunda del mundo.

Claudya Stigliano

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