En foco. Pobreza, salarios e inflación

Los mismos números expresan realidades contradictorias

Las estadísticas apuntan a poner en cifras la realidad de una situación determinada, y en base a ellas los diferentes actores sociales buscan modificarla según su ideología o conveniencia. Esta semana el Indec informó sobre el aumento del 2,3% de la canasta básica total -que determina el umbral de la pobreza- impulsada principalmente por la suba de los precios de los alimentos, acumulando un incremento de 8,1% a lo largo de 2006.

Con estas mismas estadísticas, la lectura de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) fue que los precios de los alimentos y bebidas en realidad subieron 40% menos que la inflación.

El organismo también dio a conocer que los salarios entre enero y noviembre aumentaron 17,67% (liderados por los sueldos en negro), por lo que cerraría el año duplicando el ritmo de la inflación oficial, que sumó 9,8%.

Sin embargo, hoy acceder a un salario todavía no significa salir de la pobreza. Con estos relevamientos del Indec, el diputado y economista Claudio Lozano salió a criticar la metodología del organismo y aseguró que a través de un método más adecuado mostraría que en el país existen tres millones de pobres más de lo que marcan las estadísticas oficiales y que, fundamentalmente, son chicos de menores de 18 años los más desprotegidos (más del 50% de esta franja poblacional vive en hogares de extrema pobreza).

Pero si estos datos aún así dejan de lado que el crecimiento económico superó casi en 20% los niveles precrisis "los indicadores sociales son peores", resalta el economista. Esta situación expone que el nivel de actividad necesario sólo para volver a los niveles de pobreza de los noventa es mayor.

Aunque las discusiones salariales de 2007 recién comienzan, y encuentra a las principales entidades empresarias insistiendo que sería un "disparate" otorgar aumentos del 19%, el gobierno salió a ponerle más retenciones a la soja para intentar evitar que la inflación se coma el poder adquisitivo de la población.