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sábado,
13 de
enero de
2007 |
Funeral de siete víctimas
del accidente en Federal
Fue ayer a la mañana tras retornar los féretros. Al chofer lo inhumarán en Goya, Corrientes
Siete de las ocho víctimas fatales del trágico accidente de tránsito ocurrido en la provincia de Entre Ríos fueron sepultadas ayer en los cementerios La Piedad y Municipal de Villa Gobernador Gálvez. El más imponente fue el sepelio conjunto de cinco de los viajeros fallecidos: Horacio Ramírez y su hijo Ernesto Ramírez, y los hermanos Juan, Andrés y Marcelino Valenzuela, que fue acompañado por más de 200 personas. El sol abrasador del mediodía, el calor sofocante, las escenas de dolor y la enorme columna de personas que marchaba a paso lento por la necrópolis le imprimieron al cortejo un tono más de tristeza.
El accidente ocurrió el jueves pasado alrededor de la 1 cuando un minibús con 16 vecinos de Villa Itatí como pasajeros colisionó contra la parte trasera de un camión, en la ruta nacional 127, en cercanías de Federal. Ocho personas murieron en el acto, entre ellas el chofer, y ocho resultaron heridas.
El operativo de traslado de los cadáveres y los lesionados a Rosario culminó ayer a la madrugada. Si bien durante la tarde del jueves se había mencionado la posibilidad de realizar un funeral colectivo en la escuela de Rodríguez al 3900, luego se dispuso que fueran en lugares separados.
Desaliento. Los Ramírez y los Valenzuela fueron velados en la casa mortuoria de San Lorenzo al 2800. Sergio Rodríguez, en el local de Entre Ríos al 2600 y Daniel Solís, en su casa de Rodríguez al 4000. El ex combatiente de Malvinas que guiaba la combi, Timoteo Aguilar, por decisión de sus familiares fue derivado a su ciudad natal, Goya, en la provincia de Corrientes.
El primero de los cortejos en salir hacia La Piedad fue el los Valenzuela y Ramírez. Tres camionetas para transporte de pasajeros, entre ellas una de la empresa recolectora de residuos Cliba, para la que trabajaba una de las víctimas, más autos particulares, motos y bicicletas fueron los medios con los que más de 200 personas llegaron hasta Provincias Unidas y 27 de Febrero.
Los cinco vehículos fúnebres en los que se trasladaban los féretros se ubicaron a pocos metros uno de otros. El primero llevaba una corona firmada por el Sindicato de Recolectores de Residuos y otra por los compañeros de trabajo de Andrés Valenzuela. Unos 30 empleados de la empresa de limpieza, con sus uniformes de colores verde y azul, formaban una escolta informal mezclados con familiares y amigos.
La hilera de autos y gente comenzó a moverse y cuando aún faltaban varios metros para el lugar donde estaban las tumbas las expresiones de consternación comenzaron a hacerse escuchar. Mujeres y hombres con hijos en brazos mostraban en sus caras todo el pesar . Otros iban arrastrando las bicicletas con las que llegaron desde Villa Itatí. Un momento después de concluir los cinco servicios, uno de los sepultureros murmuró algo a La Capital. “En los años que llevo acá esta es la primera vez que me toca algo así”.
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Fotos
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El cortejo en el cementerio La Piedad, ayer a la mañana.
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