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 sábado, 13 de enero de 2007  
Los partidarios de Evo radicalizan el conflicto social de Cochabamba
En asamblea, exigieron la renuncia del gobernador y amenazaron con ahorcarlo. Los cocaleros del MAS se oponen a un referendo popular sobre mayor autonomía

Cochabamba. — En una multitudinaria concentración, decenas de miles de seguidores del presidente Evo Morales exigieron la renuncia del gobernador opositor de Cochabamba, poco después de que el mandatario lamentara los dos muertos y el centenar de heridos que dejaron el jueves los duros enfrentamientos entre oficialistas y opositores en esa ciudad. El conflicto que estalló en Cochabamba a inicios de esta semana trasluce la creciente confrontación directa entre los partidarios de Morales y sus opositores.

  Tanto Morales como los prefectos fueron elegidos hace poco más de un año en elecciones generales. Fue la primera elección popular de los prefectos, que antes eran designados por el poder central. El MAS de Morales, que se opuso fuertemente a este cambio, quedó en minoría, con sólo tres de los nueve prefectos de Bolivia.

Asamblea furiosa. Los manifestantes del MAS decidieron que no abandonarán la plaza central de Cochabamba y reforzaron sus movilizaciones con cientos de campesinos que llegaron de poblaciones cercanas para exigir la dimisión del prefecto, Manfred Reyes Villa. Los militantes decretaron en “asamblea popular” un programa de acción de tres puntos: ratificar la exigencia incondicional de la renuncia de Reyes, el bloqueo total de las carreteras que sufre Cochabamba desde hace ya más de una semana, y la toma de las propiedades del gobernador.

  “No podemos ceder ni un milímetro ante los ricos de Bolivia. Si ellos quieren muertos, tendrán muertos. Pero queremos una Bolivia unida, y no dividida como quiere la oligarquía de este país”, arengó Omar Fernández, uno de los organizadores de la asamblea. El dirigente cocalero Severo Huanca llegó a proponer “colgar a Reyes Villa como a Saddam Hussein”. Los cocaleros del MAS afirman ser mayoría en Cochabamba, pese a la clara derrota que sufrieron en las elecciones que ganó Manfred Reyes Villa.

Mensaje presidencial. Ante este panorama, la Iglesia Católica, el Defensor del Pueblo y la ONG Asamblea de Derechos Humanos ofrecieron su mediación para buscar una salida a la crisis y solicitaron a los sectores en pugna deponer la beligerancia para facilitar el diálogo.

  El presidente Morales prometió en un mensaje a la nación restablecer el orden en Cochabamba y pidió a sus radicalizados seguidores que no incurran en actos de venganza por los dos muertos que sufrió su bando este jueves. Pero Morales no evitó afirmar que en Cochabamba hubo violencia “contra los pobres” de parte de sectores de Reyes. También acusó al prefecto directamente: “Ha causado una reacción de un frente patriota del campo y la ciudad”. La reyerta del jueves fue protagonizada por campesinos cocaleros, seguidores de Morales, y jóvenes citadinos opositores al mandatario.

  En un mensaje, enviado desde la clandestinidad para salvaguardar su vida, Reyes dijo que no renunciará y responsabilizó al gobierno del “luto” que vive Cochabamba.

  Los incidentes del jueves dejaron más de 100 heridos. La violencia ya había estallado el lunes, cuando los militantes del MAS atacaron e incendiaron parcialmente la sede de la prefectura, en el centro de Cochabamba. Como en ese episodio la policía actuó contra los agresores, el MAS denunció una “brutal represión” y el gobierno central suspendió al jefe de policía del departamento cochabambino.

  El presidente, quien apareció agotado en su declaración ante la televisión estatal, ya enfrentó el año pasado otros dos conflictos sangrientos, que dejaron una veintena de muertos. El peor fue el que implicó a los mineros cooperativistas, que enfrentan los planes nacionalizadores de Morales. El otro choque provino de un sector campesino contra la erradicación de cocales.

  Los prefectos no oficialistas,que son mayoría, advirtieron que si el gobierno fuerza la salida de la autoridad de Cochabamba, ellos dejarán sus cargos pero también deberá hacerlo el presidente Morales. En La Paz el prefecto José Luis Paredes, dijo a la prensa que “si se va Manfred (Reyes Villa), nos vamos todos (por los prefectos no oficialistas) y se tendrá que ir el presidente Evo Morales, y habrá que llamar a nuevas elecciones”.

Contra la autonomía. Las protestas contra el prefecto se iniciaron después de que éste planteara convocar a un referéndum departamental para que los cochabambinos decidieran si quieren un gobierno con mayor autonomía que la actual. El gobierno sostiene que eso es una “provocación” a los sindicatos oficialistas de Cochabamba, pues el “no” ya ganó en un primer referéndum, nacional, en julio del año pasado, cuando se votó por la reforma para permitir la elección de los prefectos.

  Morales había hecho campaña contra la elección popular de los gobernadores. Sin embargo, el “sí” en favor de este cambio logró triunfar, gracias al voto de del oriente y sur de Bolivia. Estas regiones, las más ricas de Bolivia, son el principal bastión de la oposición a Morales. Pero la oposición también ganó las elecciones a prefecto en departamentos como Cochabamba y La Paz, algo que descolocó a Evo Morales y a sus partidarios.
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Los militantes del MAS coparon Cochabamba durante la marcha-funeral.

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