|
sábado,
18 de
noviembre de
2006 |
Falsa gestora de la Ansés estafó a jubilados de Puerto Gaboto
Les hizo tomar créditos en dos financieras rosarinas que nunca cobraron y se los descuentan de sus haberes
Marcelo Abram / La Capital
Puerto Gaboto.- Un grupo de jubilados de esta localidad fueron estafados por una mujer que se hizo pasar como empleada de la Ansés y fingió estar haciendo trámites de un reintegro, pero usó los datos recopilados para tomar créditos a nombre de los damnificados y se apropió de los montos que logró obtener.
La maniobra se descubrió cuando los pasivos comenzaron a percibir sus haberes que, lejos de contener reintegros prometidos, tenían un descuento por la primera cuota de la deuda contraída. La impostora embaucó al primero de los jubilados y le entregó algo de dinero en efectivo, hecho que le sirvió para que otros abuelos requirieran sus servicios. Según se pudo saber, en cuatro casos la mujer se habría alzado con una cifra que ronda los once mil pesos, que serán descontados del sueldo a los abuelos.
El 8 de noviembre pasado se recibieron varias denuncias similares en la comisaría 12ª de Puerto Gaboto en las que los jubilados afirmaban haber sido estafados por una mujer que se dijo ser empleada de la Ansés y que les estaba gestionado un reintegro.
A partir de allí se pudo establecer que Susana Rita Gómez, de 23 años, domiciliada en Puerto Gaboto, había hecho contacto con Julio Ríos, de 89 años, a quien le ofreció sus servicios para gestionar la devolución de un descuento que en su momento habría tenido en sus haberes.
Como Ríos conocía a la mujer no dudó en aceptar y viajó con ella hasta Rosario, llevando consigo fotocopias del DNI, de los tres últimos recibos de sueldo y hasta una factura de la luz. Con esos elementos llegaron a una mutual, donde Ríos firmó con absoluta confianza toda la documentación requerida y tras lo cual recibió algo de dinero, gesto que despertó la credibilidad de otros jubilados de la localidad.
Plata para gastos
En sus testimonios los damnificados sostienen que vieron que la mujer recibía dinero, pero ella les decía que era para los gastos y que a ellos les iba a llegar con el sueldo. En el caso de dos créditos, los jubilados endosaron cheques que Gómez cobró por ventanilla.
Con la maniobra Ríos ($900), Hylda López ($2.800), Reinaldo Pereyra ($1.200) y su hermano Amadeo ($6.000), firmaron la obtención de un crédito que nunca cobraron y que ahora están devolviendo.
Personal de la comisaría 12ª se presentó en el domicilio de Gómez con una orden de allanamiento del Juzgado de Instrucción Nº 12 de San Lorenzo, a cargo de Eduardo Fillocco, deteniendo a la imputada y secuestrando un cuaderno donde figuran datos de sus víctimas, cifras de deudas personales y tarjetas de una de las mutuales.
Gómez fue trasladada a la Unidad Regional XV de policía con asiento en Coronda, para luego tramitar su excarcelación en los Tribunales de San Lorenzo, donde quedó imputada del delito de estafas reiteradas en cuatro causas.
Abrumada por las evidencias, Gómez reconoció ser la única autora de la maniobra y estar desesperada por unas deudas personales. Argumentó que se basó en una publicidad de las mutuales que otorgan créditos a jubilados.
En ámbitos vinculados a la investigación existe la firme sospecha de que la mujer no habría actuado sola, por lo que se busca establecer qué grado de complicidad podría tener algún empleado de las entidades crediticias.
Mientras tanto, a los pobres abuelos de Puerto Gaboto por ahora nadie les puede resolver el descuento que les aplicarán en sus haberes por un largo tiempo.
Hylda López -que cobra una pensión de 455 pesos y por esta maniobra le van a descontar 180- contó que accedió porque "Gómez se me acercó y me dijo que me iba a tramitar un reintegro de lo que le descontaron a mi marido, que falleció hace cinco meses".
Relató que "fue tan amable, me llevó en remís hasta Rosario, me ofreció el desayuno y el almuerzo, cuando llegamos a Santa Fe y Maipú caminamos hasta un lugar que yo creí que era una oficina pública. Me dijo que esperara sentada y luego me llamó hasta una ventanilla donde un muchacho me entregó cuatro cheques. fuimos a un banco y se los endocé porque me dijo que era para que los transfirieran a Maciel. Después hizo un trámite donde creo que los cobró".
Hylda recordó que "cuando salimos del banco se compró flores y otras cosas, que ahora me doy cuenta que lo hizo con mi dinero. Encima, cuando llegamos a Gaboto como fue tan amable conmigo fui hasta la verdulería que ella tiene y le compré de todo, al otro día ví a los otros jubilados en la comisaría y me quería morir".
enviar nota por e-mail
|
|
|