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sábado,
18 de
noviembre de
2006 |
"No puedo descartar la posibilidad de que mi padre haya muerto"
A dos meses de su desaparición, el hijo mayor de Jorge Julio López admitió la peor de las hipótesis
Rubén López, el hijo mayor de Jorge Julio López, admitió ayer por primera vez desde la desaparición de su padre que no descarta la posibilidad de que haya muerto.
"No puedo descartar la posibilidad de la muerte", dijo Rubén, a dos meses de la desaparición del testigo clave en el juicio que culminó con la condena del represor Miguel Etchecolatz.
A pesar de admitir la peor de las hipótesis, agregó que si se deja llevar por ese presentimiento "me gana la desesperanza, porque queremos encontrarlo vivo".
Rubén dijo que tienen muy pocos datos de lo que pasó con su padre. "Sí se pudo determinar que hay cinco personas que lo vieron cerca de la casa el mismo día en el que desapareció. Lo vieron en un lapso de una hora y media desde las 9.30 a las 11. A partir de ahí no tenemos nada más", reconoció con amargura.
El hijo de López reconoció que tanto el gobierno nacional como el bonaerense están haciendo todo lo imposible por encontrarlo. "Lo que yo quisiera es que mi viejo esté perdido. No tengo para probarlo. Tampoco me pueden probar que lo secuestraron", dijo.
Rubén no quiso polemizar por los dichos de Hebe de Bonafini, quien a los pocos días de la desaparición de su padre dijo que el albañil no era un militante y que además vivía en un barrio de policías. "Nunca quise polemizar con la señora y voy a seguir con la postura. Es perder el tiempo cuando lo que tenemos que estar haciendo es buscando a mi viejo", detalló.
Jorge Julio López desapareció en la mañana del 18 de septiembre pasado, el mismo día en que se escucharon los alegatos del juicio a Etchecolatz y el albañil de 77 años se había preparado para ir a la audiencia en el juzgado de La Plata.
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