Denunció a un casino clandestino por no pagarle mal un premio

El hecho ocurrió en un reconocido club de barrio Candioti, en Santa Fe. Ganó $3.800 y sólo le pagaron mil

Jugó, ganó, le pagaron sólo una parte y, además, lo amenazaron con un arma de fuego. Esa podría ser la síntesis de lo vivido por un hombre santafesino que fue a jugar a un casino clandestino ubicado en barrio Candioti. Allí, dijo el hombre, ganó 3.800 pesos, pero sólo le pagaron 1.000. Y cuando fue a reclamar la diferencia, un empleado de seguridad del local -en el que hay máquinas electrónicas de juego y se realizan apuestas- le colocó un arma en el pecho. Este lugar no parece ser una excepción a la regla en la provincia. En marzo pasado La Capital denunció la existencia de dos casinos ilegales a pocas cuadras de la casa de gobierno (ver aparte) y hace pocos días la sección Leyes Especiales de la policía rosarina allanó un par de garitos locales donde se encontraron varias máquinas ilegales.

Según publicó ayer el diario Uno de Santa Fe, Julio Mendoza, un vecino del barrio Barranquitas, fue junto a su esposa a jugar a un reconocido club de barrio Candioti. "Está ubicado en Bulevar Gálvez y Marcial Candioti. Hay ruletas, se juega punto y banca y black jack. Yo fui a jugar y gané 3.800 pesos", contó. "Faltaban 15 minutos para que termináramos de jugar y la mandé a mi señora a cobrar. El banquero, al que le dicen Pepo, le dio sólo mil pesos porque no había más plata en la caja". Pero Mendoza no pudo resistir la tentación y cumplió con un viejo dicho: "el que juega por necesidad, pierde por obligación". Se jugó los 1.000 pesos y los perdió.

"Cuando fui a cobrar el resto de lo que me debían (2.800 pesos) me dijeron que no había plata y que tenía que ir al otro día, porque ahí sí iban a juntar para pagarme. Así me tuvieron durante tres semanas", explicó Mendoza. Una de las veces que el concurrió al lugar para tratar de cobrar el dinero, tuvo un encontronazo con el banquero. "Me tiró 60 pesos y me dijo que lo jugara, que después íbamos a arreglar todo". Pero como Mendoza insistió en reclamarle la deuda se produjo un entredicho, con insultos incluidos e invitación a pelear. "Llamó a un muchacho que me empujó y me llevó a la puerta. Yo le dije que iba a llamar a la policía y ya en la puerta del club le pedí que se identificara porque consideraba que había actuado mal", recordó Mendoza. "Entonces el tipo sacó de entre sus ropas un arma y me la puso en el pecho. «ésta es mi identificación», me dijo"y salió corriendo después de informar a Pepo que yo había llamado a la policía .