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sábado,
18 de
noviembre de
2006 |
Segolene Royal llamó a los franceses a un cambio
La socialista prometió un nuevo estilo político tras su resonante triunfo en las internas partidarias
París. - Segolene Royal prometió ayer un nuevo estilo de liderazgo tras lograr la victoria en las primarias del partido socialista, que la sitúan más cerca de convertirse en la primera mujer presidenta de Francia. El partido respaldó de forma mayoritaria a Royal, de 53 años, que obtuvo un 60% de los votos en las primarias. "El mundo ha cambiado. Francia ha avanzado, así que la política debe cambiar", dijo en un discurso en Melle, en la región occidental de Poitou-Charentes, donde es la presidenta regional. "No sólo quiero personificar este profundo cambio sino construirlo con ustedes", dijo.
Pese a una larga carrera política, Royal se las ha arreglado para presentarse como una cara nueva que desea escuchar las preocupaciones del pueblo común, enfureciendo a los oponentes que dicen que carece de convicciones pero se gana a los votantes cansados de las formas inalterables de la elite política. "Los franceses están preparados para la reforma, pero no van a consentir que se les impongan decisiones sin su implicación", dijo ayer una sonriente Royal a sus partidarios.
La contundencia de su victoria sobre el ex ministro de Finanzas Dominique Strauss-Kahn y el ex primer ministro Laurent Fabius desconcertó a los críticos de la izquierda, que la habían retratado como una populista de poco peso dispuesta a lanzar por la ventana las convicciones del partido.
También mejora su posición de cara al futuro enfrentamiento con el posible candidato de la derecha, el ministro del Interior Nicolas Sarkozy, y acelerará el inicio de la campaña de 2007.
Una encuesta de opinión de Ipsos publicada en el semanario Le Point el jueves había predecido una segunda vuelta de las presidenciales 50 a 50 entre Royal y Sarkozy, líder del partido en el poder, la Unión para un Movimiento Popular, (UMP).
Reconstruir la izquierda
No obstante, antes de enfrentarse a Sarkozy, tendrá que reconstruir a una izquierda dividida y con profundas cicatrices por las elecciones de 2002. En ese entonces, el candidato socialista Lionel Jospin quedó fuera de la segunda vuelta, que enfrentó al actual presidente Jacques Chirac y al líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen.
La tarea puede ser difícil, porque Royal ha hecho campaña a favor de posiciones que están enfrentadas con la línea tradicional del partido, como cuestionar la jornada laboral de 35 horas o pedir campos de entrenamiento militar para jóvenes delincuentes, posturas a menudo asociadas a la derecha.
Esa estrategia le ha proporcionado una gran atención de los medios y ha ganado muchos partidarios no comprometidos, pero también conlleva graves riesgos, según los analistas.
"Lo que le da fuerza más allá del tradicional electorado de la izquierda puede causar pérdidas en su propio terreno mañana", dijo Alexis Brezet en un editorial del diario Le Figaro "¿Cuánto se puede virar a la derecha sin abandonar la izquierda?".
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