Denuncian desalojo de aborígenes

Unas veinte familias de la comunidad Pozo del Toba, ubicado a 60 kilómetros al norte de Quimilí, fueron desalojadas el pasado miércoles por efectivos de la policía provincial de Santiago del Estero, quienes al cumplir una orden judicial a punta de pistola y con tractores, destruyeron los ranchos donde habitaban los indígenas, según denunciaron voceros del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase).

Quince días después de sancionada una ley nacional que impide desalojos de comunidades indígenas, aún cuando exista una sentencia judicial, las familias perjudicadas fueron echadas del campo que habitaban por un pelotón de élite de la policía provincial, según se denunció.

Deolinda Carrizo, del Mocase, dijo que las familias "están ahora en una ruta provincial de ripio con las pertenencias que les quedaron".

Los integrantes de la comunidad guaycurú (tal la pertenencia originaria que tramitan en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) llevaron el reclamo por las tierras a la justicia en 1994, pero los abogados que tenían no sólo perdieron el caso sino que impusieron judicialmente el cobro de los honorarios a las familias campesinas. (Télam)