Advertencia de Unicef por la violencia contra los niños

Los especialistas dicen que los menores no tienen espacios "amigables" y que los adultos no los escuchan

Los niños padecen todo tipo de situaciones violentas y carecen de espacios "amigables" donde expresarse, en un mundo adulto que los escucha poco y está más pendiente de infringirles sanciones que de garantizar sus derechos, según afirmó ayer la representante local del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Gladys Acosta Vargas.

En vísperas de conmemorarse el Día Internacional de Lucha Contra la Violencia en la Infancia -el próximo domingo- Acosta Vargas destacó que el maltrato atraviesa todas las instituciones, desde la familia hasta el Estado, y que es el ejercicio activo de los derechos humanos lo que modifica el campo social.

Peruana, abogada, magister en sociología y con una larga trayectoria en el campo de los derechos humanos, la representante local del Unicef encabezó la misma delegación de Naciones Unidas (ONU) en Colombia, antes de instalarse en Argentina a principios de este año.

Los niños y las niñas sufren demasiado y el mundo adulto es responsable, dijo, frente a un nuevo aniversario de la Convención Internacional Sobre los Derechos del Niño (Cidn) que el 20 de noviembre cumple 17 años de vigencia.

Sobre la temática se adelantó que la ONU, en el informe que presentará el próximo lunes en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se advierte que la mayoría de los actos violentos perpetrados contra la infancia permanecen ocultos y son tolerados por las sociedades.


Dudoso derecho
En ese sentido, Acosta Vargas precisó que durante mucho tiempo se creyó que la infancia era una etapa de menor desarrollo y que los niños estaban sujetos a un "derecho de corrección" necesario para ser "buenos adultos" en el futuro.

Explicó que las modalidades que se han utilizado, históricamente, fueron violentas. "Algunas eran más coercitivas que otras; todas naturalizaron una conducta de falta de respeto hacia los niños", destacó.

Respecto de la violencia infantil y familiar, precisó que esas patologías sociales se suman a los temas más preocupantes. "La violencia doméstica no aflora en forma inmediata, y en las escuelas no siempre hay espacios amigables para que los chicos puedan contar qué les pasa", indicó.

Acosta Vargas consideró que "hay que aminorar tanto dolor: los niños y las niñas sufren demasiado todo tipo de violencia y no tienen dónde expresarlo porque los adultos no saben escuchar". (Télam)