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 sábado, 18 de noviembre de 2006  
Creadores > Grupo Austral
Argentinos de exportación
El sillón BKF y las viviendas rurales, nunca construidas, como representaciones de una forma de entender la arquitectura

No sólo en las revistas de arquitectura y decoración, sino también en más de una película de Hollywood, podemos encontrar dentro de las más modernas y lujosas escenografías un elemento que es tan argentino como el tango, el mate, el Diego o el dulce de leche. En medio de espectaculares livings, como pieza casi de decoración, aparece el sillón BKF, hecho en Argentina. No sólo su cuero es de exportación sino también el desarrollo proyectual y las bases que sostenían los arquitectos miembros del Grupo Austral.

El Grupo Austral, estaba formado por los arquitectos Jorge Ferrari Hardoy, Juan Kurchan (ambos argentinos) y Antoni Bonet (catalán), discípulos de Le Corbusier, quien vino a la Argentina en 1929. Podría decirse que las bases del movimiento moderno en nuestro país se instalan de la mano de este grupo junto a algunos otros pioneros más. También formaron parte del Grupo los arquitectos Vera Barros, López Chas, Zalba, Olezza, Sánchez de Bustamante, Lepera, Riopedre, y Ugarte, entre otros.

El Grupo se conforma como tal en un momento de grandes cambios, como la década del 30, realizando una muy acotada cantidad de obras. Es de imaginar que si a sus predecesores, como Le Corbusier o el GATEPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), le costaba construir en Europa, mucho más al Grupo Austral hacerlo aquí, además de hacer valer los nuevos conceptos y la esencia de lo que para ellos significaba el Movimiento Moderno en Latinoamérica.

Los grandes legados de este grupo de arquitectos fueron el Manifiesto de la Arquitectura; el edificio de Virrey del Pino entre 1941 y 1943, y la casa de la calle Suipacha, construida en 1939, el mismo año en que se diseñó el sillón BKF (denominado con las siglas de los autores). A estos se suma como concepto y desarrollo teórico, las viviendas rurales.


El sillón BKF


El sillón BKF conjuga síntesis, proyecto y materialización. Con estructura de caño en una sola pieza y una única unión, podría describirse en un solo trazo que se resuelve de manera tridimensional. La cubierta o funda de cuero de vaca trabaja como membrana calzándose en los puntos altos de la estructura.

El sillón obtiene gran difusión, no sólo se transforma en un indicador de modernidad, sino que desde 1950 integra parte de la colección permanente del MOMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York) y ocho años después, el Instituto de Diseño del Illinois Institute of Tecnology lo incluye en la lista de los cien mejores diseños industriales de los tiempos modernos.

En cuanto al Manifiesto de la Arquitectura, efectúan una crítica a la manera en cómo se tomaban los conceptos del movimiento moderno. El grupo Austral consideraba que se estaba tergiversando su esencia para transformarlo en un nuevo academicismo. Lo que sentían estos tres arquitectos era que lo que se había vuelto estándar era el pensamiento en lugar de los materiales.


Viviendas rurales


En plena epidemia del mal de Chagas (uno de los principales problemas de salud pública en nuestro país), aparece "casualmente" el Grupo Austral llevando al campo un prototipo de vivienda rural que podría haber sido adoptado como una forma de profilaxis ante la epidemia.

Como principal forma de profilaxis se recomienda la erradicación del rancho y la creación de modelos de habitaciones higiénicas adaptadas tanto a las posibilidades materiales y económicas, como al uso, clima y particularidad de cada región y comunidad. Los arquitectos plantearon un sistema de prefabricación que permitía construir viviendas en muy corto plazo, sin embargo, el proyecto nunca se concretó.

Para ello dividen al país en siete regiones. En el norte plantean una célula rectangular elevada de la tierra, transformando así a toda la casa en una gran galería bajo la cual la gente podría vivir.

Para la zona intermedia piensan a la casa como prolongación del patio. La célula se desarrolla sobre el piso con una planta cuadrada que se articula a partir de una galería en forma de crujía central y un patio que ocupa uno de los cuatro cuadrantes que quedan definidos a partir de la misma.

Y en la zona sur, la vivienda se plantea de manera más compacta. Se organiza entre tres muros paralelos para aminorar la acción de los vientos.

Transcurridos tres cuartos de siglo sigue siendo sumamente actual no sólo el sillón BKF, sino también las premisas del movimiento moderno evidentes en sus obras, como por ejemplo la zonificación, el rendimiento espacial, la planta libre, la eficacia y economía espacial, el uso racional de la planta tipo, la continuidad del espacio y los proyectos que conciben una estructura independiente.

El Manifiesto del Grupo Austral sigue vigente cuando en algunos casos se percibe que el concepto de repetición o estandarización es más visible en el pensamiento de quienes conciben a la arquitectura que en la arquitectura misma.
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