Tarde de terror

Daños por tres millones en las escuelas

La provincia comenzó a entregar fondos para reparar los colegios dañados por la tormenta del miércoles

Silvia Carafa - Pablo R. Procopio / La Capital

El Ministerio de Educación de la provincia estimó que los daños sufridos en las escuelas públicas de Rosario y su zona debido a la pedrea del miércoles llegan a 3 millones de pesos. Por eso, ayer comenzó la entrega de los cheques con los fondos necesarios para hacer las reparaciones en cada colegio. En total, ya se repartieron 740.908 pesos destinados a 47 instituciones de la Región VI, la mayoría de Rosario.

Un grupo de arquitectos está recorriendo las escuelas para evaluar los deterioros, pero en el trayecto hubo sorpresas: algunas estaban cerradas y los profesionales no pudieron entrar.

"Hay que dejar algo en claro, los docentes tienen que estar en la escuela por más que no haya clases", enfatizó el director de la delegación local de Educación, Humberto Cancela. Luego se quejó porque el hecho de que haya habido establecimientos cerrados retrasó el itinerario de los profesionales y duplicó el esfuerzo contrarreloj que se está realizando. Por disposición del ministerio, los especialistas recorrieron los edificios escolares dañados a fin de relevar trabajos y costos.

En el mismo sentido se manifestó ayer el gobernador Jorge Obeid, quien dispuso prioridad para arreglar las escuelas y viviendas afectadas por el inusitado granizo que cayó el miércoles.

Según las autoridades de Educación, se trabajará durante todo el fin de semana para que el lunes próximo abran sus puertas las 42 escuelas que desde el miércoles pasado tienen interrumpidas sus actividades.

La evaluación monetaria que derivó en que deberán gastarse tres millones de pesos no es otra cosa que el cálculo proyectivo realizado a partir del "trabajo de 36 horas con distintos directivos", dijo a La Capital el subsecretario de Educación de la provincia, Víctor Debloc.

En este sentido, explicó que los principales inconvenientes se ubicaron en los techos, donde hubo filtraciones, roturas y hasta voladuras y caídas.

Y ni hablar de los edificios históricos cuyas tejas y vitraux quedaron, en algunos casos, destrozados y que "obviamente encarecen mucho las reparaciones. Eso va a demandar un esfuerzo extra para mantener la línea arquitectónica", añadió Cancela.

Lamentablemente, "ciertos vitraux serán imposibles de recuperar si no se encuentran los planos de su diseño original. La verdad es que no teníamos previstos estos problemas", puso de manifiesto el subsecretario de Coordinación Técnica y Administrativa del Ministerio de Educación, Cristian Cuverling.

Ese es el caso de la Escuela Técnica Nº628, donde quizás no se puedan recuperar su vitraux.

Más allá de estas cuestiones, a los directores que se entrevistaron con las autoridades les resultó "novedoso el mecanismo de asignación inmediata de fondos. Incluso muchos fueron a buscar el dinero mientras los bancos permanecieron abiertos", sostuvo Cancela.

Cada director será el encargado de la obra correspondiente con el monitoreo del personal de la Región VI.


Confusiones
En las últimos días padres, docentes y alumnos estuvieron pendientes de la información para saber si la normalidad retornaba a las aulas. Pero fue ese mismo mecanismo el que generó ayer una confusión en el Normal II. Desde la secretaría de esta institución, Eva Mansur explicó que el malentendido se originó en un mail informativo que la escuela le envió al ministerio explicando su situación. Eso determinó la inclusión del Normal en una lista de los lugares donde no habría clases ayer, que se difundió por los medios de comunicación.

Pero el Normal estaba preparado para tener actividades porque su personal había trabajado en recomponerlo. "Ignoramos que estábamos incluidos en la lista", explicó Mansur sobre la doble información que el viernes por la mañana circuló entre padres y docentes que no concurrieron a la escuela. "Algunos maestros se guiaron por los medios, pero ya remediamos la situación y se está dando clases en forma normal", explicó.