|
sábado,
18 de
noviembre de
2006 |
Los piquetes bloquearon los accesos
Fueron una herramienta para pedir ayuda. Salir hacia Capital demandó una hora
Diego Veiga / La Capital
Los barrios más carecientes sufrieron con una inusitada fuerza la tormenta del miércoles. Y en los sectores donde las carencias son moneda común, la pérdida de lo poco que se tiene se siente, y mucho. Volver a levantar la casilla resulta imposible para la mayoría de sus habitantes e inevitablemente necesitan de la ayuda oficial para lograrlo. El reclamo se transforma rápidamente en piquete, el arma más a mano para lograr una rápida respuesta al pedido de chapas y tirantes que permitan reconstruir en parte lo mínimo que tenían. Así, los cortes se multiplicaron y dejaron ayer varios accesos a Rosario prácticamente sitiados. Transitar fue un caos y la postal podría repetirse hoy.
Los piquetes se ubicaron en puntos estratégicos de la ciudad. Presidente Perón y Felipe Moré, 27 de Febrero y Castellanos, Oroño y Circunvalación, Uriburu y Avellaneda, Francia y Acevedo. La postal fue la misma en cada uno de ellos: chicos y mujeres con bebés y el humo de las cubiertas como telón de fondo. ¿El reclamo? Chapas, tirantes y ropa.
A metros de cada uno de ellos, las colas de autos se hicieron interminables y no pasó mucho tiempo para que aparecieran los nervios y los bocinazos, esos que intentan en vano que el auto de adelante se convierta en una especie de helicóptero y avance sobre el resto.
Salir ayer desde el centro de la ciudad con rumbo a la autopista a Buenos Aires demandó más de una hora. El problema fue que el piquete en el acceso mismo a la autopista obligó a los automovilistas a tomar caminos alternativos. Claro que la decisión no fue fácil. El que optó por avenida Francia se encontró a la altura de Acevedo con las cubiertas y el humo franqueando el paso, y el que lo hizo por Ovidio Lagos quedó sumergido en una interminable y lenta cola que avanzó a paso de hombre hacia el sur.
La salida de la ciudad se hizo por la ruta que va hacia Pergamino para desviar a la altura de la AO12 y salir así a la vera de la General Motors y conectar con la inaccesible autopista. Un periplo que demandó unos 75 minutos.
En las localidades cercanas, en tanto, el consejo corrió de boca en boca. "Si vas a Rosario salí de la autopista y tomá por la vieja ruta 9, porque los piquetes no te van a dejar avanzar". Así, la antigua ruta se pobló de colectivos, camiones, autos y motos que evitaron de esa forma el corte de Oroño y Circunvalación.
La postal se repitió hacia el oeste, donde el piquete de Presidente Perón y Felipe Moré causó más de un problema en el tránsito. Y ni hablar de Circunvalación, donde el mejor consejo es evitar directamente esa arteria si se quiere llegar rápido a algún destino.
Por ahora, el lento reparto de chapas y tirantes y el accionar conjunto de provincia y municipio para atemperar el reclamo social prometen ir normalizando la situación. Mientras tanto, el piquete se transforma en su modo de pedir ayuda. Es que perdieron mucho, y tenían muy poco.
enviar nota por e-mail
|
|
|