Tarde de terror

Entregan chapas en el oeste y censan los destrozos en el sur

Unas 300 familias tomaron pacíficamente ayer al minimunicipio de Uriburu al 600 en procura de ayuda

Claudio González / La Capital

Demoró más de la cuenta pero comenzó a llegar y atemperó los ánimos. La ayuda oficial en los barrios más pobres de la ciudad, esos donde la tormenta de viento y granizo del miércoles dejó graves secuelas, movilizó ayer a vecinos fundamentalmente de la zonas oeste y sur en búsqueda de chapas y tirantes que les permitirán recomponer en parte sus casas. En el oeste la entrega de esos elementos ya se está efectivizando, mientras que en el sur los asistentes sociales están realizando el relevamiento de las necesidades.

Así, integrantes de unas 300 familias carecientes aguardaron desde muy temprano alguna promesa oficial en el Centro Municipal de Distrito Sur Rosa Ziperovich (Uriburu al 600). En su mayoría eran mujeres con niños chiquitos y bebés de los barrios Molino Blanco, Tablada, Mangrullo, La Lata, Tiro Suizo y Villa Manuelita.

En el Centro Municipal del Distrito Oeste Felipe Moré (Presidente Perón al 4600), y de acuerdo a los listados confeccionados por la Secretaría de Promoción Social, vecinos de las villas Banana, Honda y Pororó recibieron durante el día las tan ansiadas chapas de zinc y se espera que el trámite ocupe gran parte de hoy.

En en sur, los vecinos se quedaron varias horas dentro del edificio municipal mientras observaban cómo el cielo se cubría y amenazaba nuevamente sus ya castigadas viviendas.

"Queremos que alguien nos informe si nos van dar lo que necesitamos. Si en zona oeste lo están haciendo, ¿por qué acá no?", se quejaban.

El director del centro, Gerardo Grieco, dio un panorama de la situación: "El efecto devastador de la tormenta hizo más daño en las zonas periféricas y tratamos de acompañar a la gente para hallar la solución. Estuvo reunido el comité de crisis y estamos confeccionando los listados para luego entregar los elementos", precisó el funcionario.

Mientras tanto, en la zona oeste operarios de Parques y Paseos, Planeamiento y Política Ambiental no paraban de descargar chapas de un camión rodeado de personas contenidas por un vallado. Allí sí estaban confeccionados los listados y las necesidades de la gente habían sido corroboradas por los asistentes sociales.

Esa fue la modalidad que se instrumentó desde el Ejecutivo local para que la entrega sea ordenada. Todos recibieron hasta un máximo de cuatro chapas por familia. La gente cruzaba por avenida Presidente Perón con las chapas al hombro y otros utilizaban sus carros para transportarlas.

Según el coordinador del operativo, Alberto Argüello, unas dos mil chapas ya se dieron entre el jueves y ayer. "Vamos a entregar hasta que caiga el sol y seguiremos mañana (por hoy)", explicó el funcionario.

Un vistazo hacia los confines de Villa Banana mostraba una postal más que riesgosa para la integridad física de la populosa barriada: el tendido de cables de luz quedó a pocos metros de altura y la caída de postes obligó a que muchos se engancharan de la red de mediana tensión. Ese panorama es más que elocuente en el cruce de Pascual Rosas y 27 de Febrero hacia el sureste.

Las chapas se convirtieron en un objeto preciado.