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domingo,
05 de
noviembre de
2006 |
El mundo expresa dudas sobre sentencia a Saddam
Londres- En un mundo profundamente dividido por Irak desde que comenzó la guerra liderada por Estados Unidos en el 2003, la sentencia a muerte de Saddam Hussein anunciada el domingo generó temores de nuevos hechos de violencia, una condena europea de la pena capital y nuevas dudas sobre si fue justo el tribunal que lo enjuició.
Líderes islámicos advirtieron que el veredicto podría enfurecer más a aquellos sectores que rechazan a Estados Unidos, socavando la política norteamericana en Medio Oriente y alentando a los terroristas a efectuar más ataques.
Algunos críticos acusaron al presidente estadounidense George W. Bush de planear de manera deliberada en momento de la sentencia, anunciada dos días antes de los comicios legislativos en los que la oposición demócrata buscará controlar nuevamente el Congreso de su país.
“La condena a la horca de Saddam Hussein se convertirá en un infierno para los estadounidenses”, expresó Vitaya Wisethrat, un clérigo musulmán respetado en Tailandia, donde la insurgencia islámica golpea al sur de la nación.
“El caso de Saddam no es un problema musulmán sino un problema de Estados Unidos y su política nacional”, sostuvo. “Los estadounidenses van a votar en comicios legislativos, entonces tal vez Bush use este caso para decirles a los votantes que Saddam ha muerto y que los estadounidenses están a salvo. Pero en realidad la población estadounidense correrá más peligro con la muerte de Saddam”.
Numerosas naciones europeas manifestaron su oposición a la condena a muerte -entre ellas Francia, Italia, Holanda, España y Suecia- y una prominente figura de la oposición italiana pidió al continente que presione para que la sentencia sea cambiada a una prisión perpetua.
En Pakistán, la coalición religiosa opositora dijo que las fuerzas estadounidenses han causado más muertes en Irak en los últimos tres años y medio que Saddam durante su régimen de 23 años, y reiteró que Bush debería ser enjuiciado por crímenes de guerra.
En el mundo árabe, la reacción fue variada. Algunos musulmanes consideraron a la sentencia como una justicia divina, pero otros la denunciaron como una farsa y dijeron que Irak tiene más violencia ahora que durante el gobierno de Saddam.
“Si Saddam es condenado a muerte, deben ser justos y sentenciar a muerte al señor Bush ... y deberían condenar a muerte también a (el primer ministro) Ehud Olmert de Israel, por lo que hizo en el Líbano”, manifestó Ibrahim Hreish, un joyero de Amán, Jordania.
Irán, un enconado enemigo tanto de Irak como de Estados Unidos, elogió la condena a muerte y dijo que esperaba que Saddam sea enjuiciado también por otros crímenes.
Algunos aliados claves de Estados Unidos acogieron el veredicto y dijeron que Saddam obtuvo lo que merecía por los crímenes contra la humanidad que cometió durante su régimen.
“Acojo de buen grado que Saddam Hussein y los otros acusados hayan enfrentado a la justicia y hayan sido encontrados responsables de sus delitos”, dijo la secretaria británica del Exterior Margaret Beckett en un comunicado.
“El régimen de Saddam Hussein cometió crímenes horrendos. Está bien que los acusados de semejantes crímenes contra el pueblo iraquí enfrenten a la justicia iraquí”, indicó Beckett desde India, donde realiza una visita oficial.
El canciller australiano Alexander Downer, dijo que Saddam era un “tirano maldito” y manifestó que la condena a muerte _que los abogados del ex líder iraquí dijeron que apelarán_ no fue una sorpresa.
En Estados Unidos, el congresista de la oposición demócrata Tom Lantos dijo que un “tribunal iraquí ha anunciado de manera correcta este veredicto, y es justo”.
Advirtió, no obstante que “este hecho no debe distraer a los estadounidenses de un asunto más acuciante: la necesidad de un cambio en la dirección de la política de nuestro país en Irak”, tanto en lo referido a la guerra como los intentos de reconstrucción.
El presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo país retiró sus fuerzas de Irak, dijo que la condena a muerte al ex dictador iraquí no contribuirá a frenar la violencia en ese país y criticó la intervención militar encabezada por Estados Unidos.
Amnistía Internacional, por su parte, puso en duda la justicia del juicio, y expertos en derecho internacional dijeron que Saddam debería permanecer con vida para responder sobre otras atrocidades. Sólo entonces, consideraron, los iraquíes verán que se ha hecho una verdadera justicia.
“Mientras más tiempos podamos mantener con vida a Saddam, más tiempo tendrá el tribunal para explorar otros crímenes que involucran a cientos de miles de iraquíes”, expresó Sonya Sceats, experta en derecho internacional del centro de investigaciones Chatham House de Londres. (AP)
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