Año CXXXVII Nº 49284
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Salud 01/11
Página Solidaria 01/11
Turismo 29/10
Mujer 29/10
Economía 29/10
Señales 29/10
Educación 28/10

contacto

servicios
Institucional



 domingo, 05 de noviembre de 2006  
El ex Fabulosos Cadillacs cuenta de qué se trata "Los pájaros"
Vicentico: "Queda claro que en los discos próximos voy a trabajar de otra manera"
Vicentico anunció que con su nuevo disco compacto le puso punto final a una etapa en su carrera artística

José Luis Cavazza / Escenario

Vicentico acaba de editar su tercer álbum solista, "Los pájaros", y sugiere una etapa que se cierra, un acomodarse en el sillón del living con las manos juntas bajo una mejilla, los ojos cerrados y una sonrisa de placer dibujada. Por un rato, nada más. Después, a buscar un nuevo camino, que puede partir del costado de "Las manos", el tema que cierra el nuevo CD bajo el sonido de un Tom Waits rioplatense.

Gabriel "Vicentico" Fernández Capello, que vendrá a Rosario a presentar su nuevo disco el mes próximo, habló con Escenario de "Los pájaros", pero también de las incertidumbres del presente y, sobre todo, del futuro. De las canciones editadas y también de las guardadas. "Lo que queda claro es que en los próximos discos trabajaré de otra manera", aclaró el ex Fabulosos Cadillacs.

-¿Si tuvieras que encontrar una diferencia entre "Los pájaros" con los discos anteriores, cuál sería?

-Yo creo que todos los discos son distintos, por lo menos para mí. Mirándolo de afuera este disco tiene producción mía, lo que resultó una mayor participación de mi parte tanto con respecto a los instrumentos como al modo de grabar las canciones. En este sentido, esa es una diferencia con los otros discos que fueron producidos con Afo Verde. Pero no sé si es una gran diferencia, porque con Afo realmente trabajé con mucha libertad. Además, sinceramente, me gusta mucho que me produzcan, y esta vez extrañé bastante la mano de un productor, sobre todo porque soy vago, no tengo una energía arrolladora ni tengo todo el tiempo las pilas puestas y, además, me aburro rápido. Entonces tardé mucho más tiempo en grabar este disco. Pero lo bueno es que todo lo hice más tranquilo y en mi estudio, lo cual tiene su costado genial que es la comodidad, el conocimiento de lo que tenés y de que no dependés de los horarios. A veces iba una hora al estudio, laburaba un ratito y me iba a jugar a la pelota.

-Entonces, ¿fue una diferencia sólo importante para vos?

-No sé... yo creo que esa tranquilidad, esa atmósfera agradable, también se trasladó al disco.

-Este disco, ¿es una consolidación del camino que elegiste después de los Cadillacs?

-Sí, puede ser, pero hasta el día de hoy está claro que no me creo hasta dónde llegué, el hecho de tener un trabajo, de sacar un disco cada dos años y que a la compañía todavía le interese que saque discos. Es un logro para alguien que no tenía ninguna carrera en su vida. También siento que al pasar el tiempo voy aprendiendo más del oficio de componer y cantar canciones.

-Eso de haber aprendido el oficio, ¿tiene su costado negativo, en el sentido que estandariza el modo de hacer una canción?

-No, porque yo digo que estoy conociendo el oficio y que aún tengo mucho por aprender, y lo digo humildemente. Sé que con lo que tengo puedo hacer una canción. Tengo muchas ganas y una personalidad, pero si supiera un poco más podría hacer cosas más interesantes y más grossas. Yo siempre dejo afuera de los discos cosas que voy experimentando. Esta vez, dejé canciones que estaban muy buena y lo hice a propósito, para tener más cosas que hacer dentro de poco tiempo, no dentro de dos años. Por eso, a mitad del próximo año voy a tener algo para armar un nuevo disco.

-¿Por qué guardar esas canciones? ¿Sólo porque no entraban en el disco?

-No, no era sólo por ese motivo, al margen de que el riesgo de hacer un disco con cuarenta canciones siempre está, pero yo no quiero hacerlo así. Era música que guardé porque creía que no era el momento para sacarla a la luz. Es como jugar un poco con los tiempos,con el momento, con qué busca ser cada disco. Por ejemplo, estos tres discos solistas que hice ("Vicentico", "Los rayos" y "Los pájaros") los planteé apuntando a una forma de hacer canciones, hechas con un modo que me inventé en el primer disco. Por todo esto, cerré una etapa. En los próximos discos trabajaré de otra manera y ya encontraré ese nuevo modo de contar algo a través de una letra y una música. Juro que no sé para qué lado voy a escapar... (risas), pero ya puedo ver señales del sentido y el orden de ese camino.

-Hay algo en tus discos que lo caracterizan: música alegre que se puede bailar con algo oscuro que subyace en el fondo. ¿Qué es, de dónde viene esa cosa densa?

-De algún modo yo también lo veo así, aunque no sé bien si se trata de oscuridad. Yo tengo el interés genuino de ir un poco más allá de lo que veo todos los días. Me da mucha intriga saber qué pasa detrás de las cosas y cuál es la verdad. En general escribo para ese costado, a pesar de que no tengo tanto oficio de poeta ni de escritor como para escribir una buena canción con todo lo que uno quiere preguntarse. En "Los pájaros" fui atrás de la idea de cómo no estamos encontrando el modo de vivir felices. Siento que estamos en una especie de quiebre, de que algo tiene que cambiar. Soy un tipo muy feliz con la vida que tengo, con mi familia, los amigos, pero quiero que otra gente también conozca ese estado de felicidad, y no estoy hablando de dinero. Alguien tiene que explicarlo mejor todo esto. De eso intenta hablar el disco. Yo me desespero cuando los supuestos líderes políticos no tienen la menor explicación para darle la gente. Espero que digan al menos "hay que poner las pilas en este sentido".

-¿Cómo ves a la gente?

-Creo que hoy la división pasa por buena y mala gente. Yo veo a los chabones que disparan en la quinta de San Vicente y no puedo creerlo. Creo que cada uno debe hacerse cargo de su maldad. El que es malo es malo, no busquemos más atenuantes sociales ni de ningún tipo. Entre ese chabón y yo hay una distancia eterna.

-"Si me dejan" es el tema del disco que mejor sintetiza esa cuestión. ¿Cómo lo ves?

-Sí, es una canción que habla de este tema. Uno puede hacer de todo pero la cosa no va a funcionar si falta el amor, y no estoy hablando del amor cursi sino de una cuestión espiritual fuerte.

-"La deuda" habla del deseo de volver a encontrar a un río perdido. ¿Te acordás cómo surgió esta canción?

-La escribí durante un ensayo. Me puse a tocar el piano y salió en quince minutos. En realidad, pensaba en el día en que hicimos un pozo en casa para construir una pileta. Encontramos de todo ahí abajo. Por eso surgió la idea de ríos perdidos debajo de nuestro suelo. Tengo unos terrenitos en Icho Cruz, en las sierras cordobesas, y corren un montón de vertientes de agua que están de ahí de puro culo; de repente, rompés una piedra, sale agua y es muy loco todo lo que puede haber escondido ahí abajo...

-"Ayer" es la única versión del disco de un tema ajeno...

-Dani (Melingo) produjo el primer disco de los Cadillacs. A los 15 años yo iba a verlo tocar con Los Twist y me parecía muy grosso. Después lo conocí y me pareció un tipo talentoso, especial y oscuro. Me lo encontré en un bar y decidimos grabar algo juntos.

-"Las manos" suena distinto. Es un tema que si lo escuchara Tom Waits es posible que le gustara mucho. Es bien rioplatense pero tiene algo de barullo instrumental.

-Así como es el tema que cierra el disco, "Las manos" es el comienzo de lo próximo. Por eso lo puse último, porque le da paso a lo que sigue. Es bien rarito pero me parece que es el camino que estoy buscando. Y, tal cual, el audio es bien Tom Waits.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


cartelera
Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Vicentico forzó los límites de sus canciones al punto de que se decidiera a darle un nuevo golpe de timón a su carrera artística.

Notas Relacionadas
Una magia fabulosa que sigue intacta




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados