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domingo,
29 de
octubre de
2006 |
Viajeros del tiempo
Ejercicios físicos para contrarrestar el truco y la empleomanía.-
El joven Alejandro E. Bunge(1), con una intención que aplaudimos, ha anunciado la idea de crear el título de "Atleta Argentino", que no sería un título profesional sino una consagración honrosa de la superioridad y la constancia necesarias para conquistar aquella distinción. Se requeriría al efecto ser ciudadano y acreditar un cúmulo importante de destrezas y aptitudes, así como la posesión de una suma de fuerza muscular que llegue, por ejemplo, a levantar en fierro mayor peso que el del propio cuerpo. Además de esto, vencer en torneos de esgrima, de box, de carrera, de salto, equitar en potros de media doma, dominar el lazo y las boleadoras, etcétera. El programa en sí es bueno, pero tiene un defecto: el de querer aclimatar el box en un país que sólo lo admite en el presupuesto. Nuestros hábitos no son de ayer ni se cambian o transforman en un día, ni nuestra raza es un duraznero que aguante injertos de plantas extrañas. Un criollo boxeando nos haría el mismo efecto de un inglés aplicando banderillas en una plaza de toros. Los ingleses serán los primeros en protestar, porque no han de admitir resignadamente que una de sus más populares y tradicionales costumbres sea desvirtuada por gentes que no entienden el oficio. Una academia de sopapos con guante o a mano limpia está bien en Londres; aquí sería un fracaso. De los ingleses, (hay que adoptar) los docks (2) y su cálculo positivo; no las esquimosis de sus juegos contundentes. Sus méritos y virtudes; no sus vicios y defectos. Por lo demás, si la idea del box hace camino, aconsejaríamos a sus iniciadores que comenzasen por el principio, por nacionalizar las fábricas de whisky, gran líquido generador de esos puños nudosos que marcan programas gráficos en el rostro de los contendientes. El foot-ball, físicamente hablando, es más humano y más aceptable que el box pretendido. Anulando esto último del proyecto del señor Bunge, lo demás merece nuestro aplauso. Los ejercicios físicos, de fuerza y de destreza,hacen mucha falta en este país del truco y la empleomanía.
(1) Alejandro E. Bunge (1880-1943) fue un economista que perteneció a una familia alemana emparentada con la rama belga que fundó la multinacional cerealera Bunge & Born. Entre sus hermanos figuran magistrados y juristas, sociólogos, como Carlos Octavio Bunge, y legisladores del talento de Augusto Bunge, enrolado en la corriente socialista. Fue director de Estadística de la Nación, asesor del Banco de la Nación y del Ministerio de Hacienda, etcétera.
(2) Muelles.
Investigación y realización Guillermo Zinni ©
Fuente: La Capital
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