Un camino poco recomendable

El sábado pasado me bajé del colectivo 143 en avenida Rondeau y Gurruchaga. Iba camino a un club de la costa. Eran las 16.30 de un día soleado. Siempre voy atenta y advertí que un chico de unos 17 años me seguía. Y lo hizo por dos cuadras. No había un alma. Aceleré el paso, y afortunadamente encontré dos personas que estaban arreglando un camión. Con la excusa de hacer una pregunta me detuve unos minutos y el raterito, muy descaradamente, se paró al lado mío y se quedó ahí sin decir palabra, hasta que indignada le pregunté si necesitaba algo. Me miró desorbitado y sin saber qué contestar se fue. Bastante asustada esperé unos minutos mientras explicaba a mis involuntarios rescatistas lo que había pasado. Gracias a que soy joven corrí la última cuadra y llegué a destino. Moraleja: caminar atento, no confiarse porque es de día o porque es un lindo barrio. En esta época que empieza el verano muchos desprevenidos pueden querer llegar a la costa haciendo ese recorrido (Gurruchaga, Sorrento, Maciel). No se los recomiendo.

Carolina Denovi, DNI 22.535.074

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