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jueves,
26 de
octubre de
2006 |
Lula aumenta ventaja para elección; Alckmin insiste en corrupción
Brasilia- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene su reelección asegurada, según una encuesta divulgada el jueves que le adjudicó un 63,2 por ciento de las intenciones de voto para la segunda vuelta electoral, contra un 36,8 por ciento de su rival, Geraldo Alckmin.
La nueva encuesta, elaborada por el Instituto Sensus, mostró también una elevada tasa de rechazo de los electores al socialdemócrata Alckmin, del 45 por ciento, lo que dificulta más las posibilidades de una reversión del cuadro electoral en los cuatro días que restan para la votación definitiva.
“Creo que está es una elección definitiva. Las diferencias se están estirando”, dijo a periodistas al presentar el sondeo Ricardo Guedes, director de Sensus, que entrevistó para la muestra a 2.000 personas en 195 ciudades, entre el lunes y el miércoles.
Los candidatos cerraron formalmente sus campañas el miércoles con actos populares en Sao Paulo, el mayor distrito electoral de Brasil, en el que tanto Lula como Alckmin realizaron la mayor parte de sus carreras políticas.
Sin embargo, los programas de sus campañas en radio y televisión continuarán hasta el viernes, cuando además Lula y Alckmin se enfrentarán en un debate final en la masiva red de televisión Globo.
Pese a la enorme ventaja de más de 25 puntos porcentuales que tendría que revertir para ser electo e impedir un triunfo de Lula, Alckmin manifestó su confianza en lograr una victoria.
“Las viradas siempre son en el final del proceso. La elección es sólo el domingo”, dijo el candidato opositor al desestimar las encuestas.
Además insistió en recordar los numerosos casos por evidencias de corrupción que golpearon al gobierno de Lula y principalmente al Partido de los Trabajadores (PT) del presidente.
“La corrupción es endémica en el gobierno de Lula”, dijo Alckmin, un médico ex gobernador de Sao Paulo.
Lula, en tanto, se refirió en su programa de propaganda radial a la difícil situación que enfrentan agricultores del país, perjudicados en parte por la fuerte apreciación de la moneda brasileña, el real (BRBY).
El mandatario indicó que ningún gobierno como el suyo ayudó tanto a los grandes y pequeños agricultores.
Para analistas, que encuentran cercana a lo imposible una recuperación de Alckmin, la campaña de Lula tras la primera vuelta del 1 de octubre, que ganó pero sin mayoría para ser reelecto en forma directa, puso contra las cuerdas al opositor.
El candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según expertos, falló en responder los ataques del oficialismo sobre las privatizaciones de empresas públicas hechas por su agrupación cuando estuvo en el poder, entre 1995 y el 2002, bajo la presidencia de Fernando Henrique Cardoso.
“Desde el inicio de la segunda vuelta, Lula colocó a Alckmin a la defensiva y él no consiguió salir de esa posición y tomar la iniciativa en la campaña. Fue una estrategia muy bien armada de la campaña de Lula”, dijo David Fleischer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia (UnB).
“El error de Alckmin fue aceptar la provocación sobre las privatizaciones (...) No supo responder a las críticas sobre las privatizaciones y el electorado, que aparentemente tiene una noción negativa sobre eso, esperaba que respondiera mejor”, agregó Fleischer. (Reuters)
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