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jueves,
26 de
octubre de
2006 |
Accidentes en las rutas
Todas las tragedias se explican por una razón. Ni fatalidad, ni destino manifiesto. Lo ocurrido con el micro de estudiantes que chocó con un camión en la ruta 11 respondió tal vez a una sola causa, el estado psicofísico del chofer que conducía el vehículo de carga. Sin embargo, existen otros motivos que obligarán a que estos hechos desgraciados vuelvan a repetirse. No hay control en las rutas. Mal estado de las mismas. Individuos inescrupulosos incendian pastizales provocando que la visibilidad sea nula. Transportes de zonas rurales cruzan irresponsblemente. No se respeta los límites de velocidad. Animales sueltos. Conductores negligentes que se impacientan y tratan de pasar al que va por delante con el riesgo que esto amerita.Choferes de micros y camiones que no descansan el tiempo necesario y algunos viajan con pésimas condiciones climáticas.También luego de comer e ingerir bebidas alcohólicas. Los micros de dos pisos priorizan la rentabilidad del empresario y no contemplan el peligro que implica un vehículo de ejes cuya distancia entre ruedas está diseñada para un sólo piso. La maniobrabilidad es más difícil y en zonas de mucho viento pueden volcar con facilidad. En conclusión: accidentes preanunciados que podrían evitarse a través de controles rigurosos, pero al parecer a nadie le interesa. La vida humana se deprecia ante la imperiosa necesidad de ganar dinero por un lado y en lo que respecta a las autoridades el presupuesto tiene destinos demagógicos. Habrá que aguardar resignados el próximo accidente.
Oscar M. Ventura, LE 6.016.559
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