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miércoles,
25 de
octubre de
2006 |
Irak: primer ministro dice estar listo para detener a milicias
Bagdad.- El primer ministro de Irak prometió hoy tomar duras medidas contra las milicias ilegales después de ser presionado por Washington para que detenga la violencia, pero insistió en que el gobierno no está trabajando con plazos impuestos desde el exterior.
En una muestra de los desafíos que enfrentan los líderes iraquíes para alcanzar las “marcas” acordadas con el gobierno de Washington, Nuri al-Maliki fue objeto de críticas después de una incursión nocturna de fuerzas de Irak y Estados Unidos en la que murieron cuatro personas en un barrio chiíta de Bagdad.
El Ejército de Estados Unidos dijo que las fuerzas especiales iraquíes, respaldadas por ataques aéreos estadounidenses, realizaron una redada en Ciudad Sadr “para capturar a un comandante de alto rango de un grupo armado ilegal que dirige actividades generalizadas de escuadrones de la muerte”.
El Ministerio de Interior señaló que 20 personas resultaron heridas.
Menos de dos semanas antes de las elecciones parlamentarias del 7 de noviembre en Estados Unidos, que han puesto a los republicanos del presidente George W. Bush a la defensiva sobre su estrategia en Irak, el embajador Zalmay Khalilzad y el comandante del Ejército en Bagdad dijeron el martes que el éxito aún era posible dentro de un “programa realista”.
Khalilzad sostuvo que los líderes iraquíes habían acordado un programa de medidas políticas y de seguridad y que esperaba “avances significativos” en los próximos 12 meses.
Funcionarios estadounidenses han evitado utilizar la expresión “fecha límite” y no han indicado qué haría Washington si no se cumple con las metas.
Maliki también insistió en que no estaba trabajando con fechas límites.
“Los estadounidenses tienen derecho a revisar sus políticas, pero nosotros no creemos en un calendario”, declaró Maliki en una conferencia de prensa.
Un día después de que funcionarios estadounidenses expusieron sus metas para el avance en Irak, Maliki, de aspecto tranquilo, dijo que trataría con las milicias: “El estado es el único que tiene derecho a portar armas”, sostuvo. “Lidiaremos con quienquiera que esté fuera de la ley”, agregó.
“Todos se dan cuenta ahora de que la existencia de grupos armados y milicias daña la estabilidad y la unidad del estado”, concluyó el primer ministro.
Maliki ha luchado para equilibrar las contradictorias exigencias de su coalición de gobierno liderado por los chiítas. La violencia sectaria y de las milicias ha empeorado, elevando los temores de una guerra civil.
Seis meses después de que Maliki asumió el cargo, con el vital apoyo del clérigo chiíta y líder de las milicias Moqtada al-Sadr, el primer ministro ha realizado pocos avances en sus promesas de detener la actividad de las milicias.(Reuters)
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