Corrientes: liberaron por error a un procesado por homicidio

Corrientes- Un hombre que se encontraba detenido por el asesinato de una adolescente, por el que iba a ser juzgado en los próximos días, fue liberado por error en el marco de una causa previa por robo, sin que se tuviera en cuenta la que se le inició por el delito más grave.

Se trata de Walter Rivarola, de 28 años, a quien la policía busca intensamente sin éxito hasta ahora para volver a encarcelar, explicaron hoy a Télam fuentes judiciales.

El preso fue liberado el 18 de agosto último, luego de que prosperara ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación un recurso presentado por su defensa en una causa en la que se hallaba condenado por un robo calificado.

Tras el fallo favorable al condenado del máximo tribunal de la Nación, Rivarola fue liberado por la justicia correntina, que no obstante no tuvo en cuenta que el hombre estaba procesado en otra causa pero por un delito mucho más grave: el homicidio de una chica.

Por ese hecho, que tuvo como víctima a Andrea Cristina Fernández, de 17 años, cometido el 20 de julio de 2001, Rivarola estaba a punto de ser sometido a un juicio oral y público y alojado en la Unidad Penal 6 de San Cayetano, Corrientes, dijeron los voceros.

La joven fue encontrada estrangulada, sumergida en las aguas de un zanjón, con una rama incrustada en el abdomen y el rostro desfigurado por los golpes, y como sospechosos fueron detenidos días después Rivarola y tres menores de edad, uno de ellos novio de la víctima.

La causa por el homicidio fue instruida en el Juzgado de Instrucción 2, donde días atrás se dispuso la elevación a juicio.

Pero antes de que llegara a iniciarse el debate, el detenido fue favorecido en la causa previa por robo calificado e, inesperadamente, fue liberado debido a un error.

El abogado de la familia de la joven asesinada, Carlos Matto Castañeda, aseguró que la liberación de Rivarola fue un “error de cómputos” y explicó que si bien se libró una nueva orden de detención el hombre está libre y probablemente haya abandonado la provincia o, incluso, el país.

“Hay un criminal que estaba preso y hoy anda por la calle”, se quejó el abogado, quien aseguró que “ahora el juicio vuelve a fojas cero”.

Según fuentes judiciales, Rivarola fue beneficiado erróneamente con el cómputo de sus días de detención en una causa por robo calificado que se le seguía en otro juzgado, por la que fue condenado a cinco años de prisión.

El tiempo de detención transcurrido llevó a que el abogado defensor de Rivarola solicitara su excarcelación, que fue varias veces rechazada por la Cámara de Apelaciones de Corrientes primero y el Superior Tribunal de Justicia provincial después.

El letrado, mediante diversos recursos, logró llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que falló en favor de Rivarola y abrió las puertas a su liberación en el marco de esa causa por robo.

La orden de liberación del detenido fue enviada a la Unidad Penal donde Rivarola estaba alojado y la que abandonó “por la puerta principal y sin ningún tipo de problemas”, dijo una fuente judicial consultada.

El mismo vocero admitió a Télam que “nadie se percató que estaba procesado por homicidio y a punto de ser sometido a juicio, por lo que no podía ser excarcelado bajo ninguna circunstancia”.

La Justicia investiga ahora lo sucedido y procuraba determinar si la responsabilidad de la liberación fue judicial o del Servicio Peniteniario provincial, al tiempo que ordenó una intensa búsqueda para localizar al liberado.

El crimen de la joven por el que está procesado Rivarola fue cometido poco después de las 21 del 20 de julio de 2001, cuando Andrea Fernández salió de su domicilio de las 387 Viviendas del barrio Doctor Montaña, Corrientes, rumbo a un local de videojuegos y pool ubicado en las inmediaciones.

Allí se encontró con Pablo Soto, Aníbal Machado, su novio y sus hermanos, con quienes se decidió a celebrar el Día del Amigo.

La madrugada del 21 de julio el grupo abandonó el lugar y se dirigió hacia la disco Fortaleza para continuar con los festejos.

Machado, Andrea, Soto y Pérez abordaron un remise, pero en camino hacia la disco, decidieron modificar el rumbo y dirigirse a la casa de Walter Rivarola, amigo de Machado, en el barrio San Antonio, donde compartieron tragos y escucharon música.

De la casa de Rivarola, se trasladaron luego a otra vivienda del barrio San Roque, en las cercanías del Polígono del Tiro Federal, donde por causas que no pudieron ser determinadas aún, Andrea fue estrangulada y su cadáver arrojado en un descampado de las cercanías, dónde lo hallaron unos niños que jugaban.

La autopsia reveló que la muchacha presentaba signos de haber sufrido un castigo salvaje con mucho ensañamiento, ya que le habían destrozado la cara a golpes y tenía varias cuchilladas.

Las investigaciones realizadas por la policía determinaron que Rivarola y los otros tres menores detenidos fueron los autores del homicidio, por lo que fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia. (Télam)