La cantante debuta en El Círculo con una despedida a su último disco

"Tengo muchos más temas lentos, pero al público no lo puedo parar"

Soledad dijo también que tiene mucho trabajo, pero que tras su casamiento piensa tomar un extenso descanso

U. G. Mauro / Escenario

"Lógicamente, aunque voy a andar por los festivales del verano, el tema de mi casamiento el 21 de abril es el único gran proyecto que tengo por hoy con vistas al 2007", expresó de muy buen humor a Escenario Soledad Pastorutti, quien hoy a las 21.30 se presentará por primera vez en su carrera profesional en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza, en la despedida de su último registro, el álbum doble "Diez años de Soledad".

-¿Cuándo tomaron la decisión de casarse?

-Eso es algo que ya sabía toda mi familia y la de Jeremías desde hace tiempo, y de algún modo se filtró, pero no es algo que me moleste, porque desde ese momento se intensificaron las muestras de cariño de la gente... Los primeros con los que tuve que hablar el tema de mi casamiento fue con los directivos de la compañía grabadora, que ya saben que no me van a tener por varios meses.

-¿Ya se decidió el cómo y el dónde de la boda?

-La idea que tenemos con Jere es casarnos en Arequito. Los dos somos de allí y aunque hay otras propuestas, nos parece que es lo mejor. Nosotros nos estamos haciendo una casa en Arequito cerca de la mis padres.

-¿Cuáles son las propuestas alternativas a la boda en Arequito?

-Esto de la popularidad (risas) nos permite acceder a propuestas muy seductoras que nos están haciendo para casarnos en Buenos Aires, pero lo más seguro es que sea en Arequito.

-¿Cómo creés que va influir el matrimonio en tu carrera?

-Creo que en ese sentido todo va a seguir como hasta ahora. Nosotros vivimos mitad del tiempo en Buenos Aires y mitad en Arequito y eso va a seguir así. Lo que es seguro es que después del 21 de abril me voy a tomar un descanso que bien me gané...

-¿En qué se diferencia el show de esta noche del que ofreciste cuando se estrenó el disco?

-La idea es llevar un espectáculo que nunca fue a Rosario y que estuve presentando en Buenos Aires, con un par de meddley que duran bastante; uno con temas románticos, otro con huaynos y otro con zambas que en Buenos Aires tuvimos el privilegio de cantar junto con Facundo Saravia como invitado. No es algo festivalero sino bien para teatro con cambios de vestuario, algunos invitados y una cosa muy emotiva en un video que hicimos con Mercedes Sosa. Llevarla a ella en vivo a El Círculo no es imposible, pero digamos que es un poco difícil.

-Hace unos años, cuando apareciste en el panorama folclórico nacional, ella tuvo algunos conceptos desfavorables hacia vos. ¿Cómo se saldaron esas cuestiones?

-Este es un buen momento para aclarar eso. En realidad, con Mercedes no nos conocíamos personalmente. Si alguna vez hubo alguna declaración suya, tuvo que ver, más que nada, con diferencias que ella tenía no conmigo sino con César Isella, que en aquellos años trabajaba con nosotros. Simplemente yo estaba en el medio.

-Pero debe haber habido algún diálogo para aclarar las cosas...

-Si. El pasado 25 de Mayo trabajamos juntas en la Plaza de Mayo. Ese día me propuse ir a golpearle la puerta del camarín para ver qué onda había y ella nos recibió con mucha alegría. Allí fue cuando con su hijo, Fabián Matus, decidimos preparar algo para que la gente entendiera que en realidad nunca hubo una pelea y así fue que al poco tiempo me invitaron junto a mi familia a cenar a su departamento. Allí la invité yo a cantar conmigo en el Gran Rex, pero ella tenía en esos días un show en el hotel Faena así que unos días después grabamos un video con su voz que nosotros vamos a pasar en el show de Rosario y en el que canta la "Canción del Jangadero" y yo la acompaño en vivo. Le pedí ese tema porque consideré que era una canción hecha para el lucimiento de las dos.

-¿Cómo está tu carrera hoy?

-Sigue, hasta el momento, con mucho trabajo. Hace poco estuve cantando en Chile y Bolivia y seguí cumpliendo actuaciones por todo el país. Evidentemente, mi carrera fue un boom en el comienzo y luego se estableció como en una meseta, pero no me imaginé que con "Diez años..." me iba a encontrar otra vez con las salas llenas. De hecho, en el Gran Rex arrancamos con dos funciones y vamos a agregar alguna más porque me va bien, así que ¡a festejar! (risas).

-Esa "meseta" de tu carrera de la que hablás, ¿te permite estar más tranquila?

-Hoy mismo no creo haya más tranquilidad o menos delirio y menos vértigo. Yo armé este show que va a Rosario con muchos más matices que otros que haya hecho; hay muchos más temas lentos, pero al público no lo puedo parar. Por ahí no queda bien que lo comente yo, pero estamos en un teatro y la gente se para desde el comienzo hasta el final. Desde hace un año volví a instalarme en el lugar al que aspira todo artista popular y por lo que trabajé tantos años.

-La elección de temas más lentos, ¿es un replanteo de tu estética musical?

-Hay una parte de mí que a veces se escapa cuando estoy en los escenarios. De hecho, soy muy espontánea, pero lo que sí hemos aprendido junto con los músicos es a evitar esa manera de tocar las canciones con una rapidez que nos impedía disfrutarlas, algo que por ejemplo se percibía claramente en las chacareras.

-¿Qué pasa con tus estudios en Ciencia Política?

-Por este año están en el aire, pero ya casi completé primer año, rendí y hasta tuve un buen promedio.

-¿Qué incorporaste de la vida universitaria?

-Una cotidianeidad que no tenía, con eso de sentarme a estudiar y de hacer resúmenes. Quiero seguir haciéndolo pero, por ejemplo, este verano que pasó fue muy intenso en materia de trabajo. Desde hacía tres años que no trabajábamos tan duro en materia de festivales.

Soledad cree que su carrera no cambiará tras la boda.