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domingo,
01 de
octubre de
2006 |
El santuario Mariano se erige como monumental obra de fe en San Nicolás
Inspirado en la basílica de San Pedro, estará terminado en unos 15 años y tendrá capacidad para 5 mil fieles
Osvaldo Flores / La Capital
San Nicolás. - "Yo soy la Patrona de esta región, haced valer mis derechos. Cerca de tí quiero estar (del río), el agua es una bendición". Dicen que con estas textuales palabras, el 15 de noviembre de 1983 la Virgen le reveló a Gladys Quiroga de Motta su deseo de irradiar su luz divina desde San Nicolás. Nueve días después, la mujer vio la imagen enfrente de la cuadra de su casa, donde había un campo y María le dijo: "Aquí quiero estar, éste es mi lugar".
Esa noche, Quiroga de Motta fue hacia el lugar junto a un grupo de personas, y al señalar el sitio preciso elegido por María, vio caer exactamente allí un rayo de luz muy fuerte, "que se clavó en el piso". Ese rayo de luz también fue visto por una niña de 9 años que acompañaba al grupo.
Casi cuatro años más tarde, el 13 de octubre de 1987, en ese mismo sitio comenzó la construcción de la basílica, con fondos aportados anónimamente por los peregrinos, que ya por ese entonces acudían por miles para venerar a la Madre de Dios.
Actualmente, la obra del templo está concretada en un cincuenta por ciento, y según Luciano Falleroni, del Centro de Difusión Mariana, "la inversión hasta el presente podría estimarse en unos 8 millones de pesos". También dijo que "llevamos casi 20 años de construcción y creemos que aún restan otros 15 para terminar el templo".
"Esta obra es apadrinada por el pueblo, así que sólo se aceptan donaciones anónimas de los peregrinos, quienes son los únicos que solventan la construcción de la basílica. Por esa misma razón no se aceptan donaciones de empresas o subsidios oficiales", explicó.
Inspirado en el templo de San Pedro
El templo, que está inspirado en la basílica de San Pedro, tiene 50 metros de ancho y 80 de largo, y está compuesto por una nave central y dos laterales con entrepisos. En la cabecera, un entrepiso abierto hacia el altar mayor alojará la imagen de la Virgen. Cuando esté finalizado, el santuario tendrá capacidad para unas cinco mil personas.
La cúpula externa -ya terminada- está compuesta por 64 vigas metálicas formando gajos de una semiesfera. Esas vigas son el respaldo de la base de madera de timbó donde se asientan 45 anillos conformados por las bandejas de cobre que la tapizan por fuera.
La cúpula interna es de hormigón armado premoldeado. La componen 18 piezas que presentan, hacia el interior del futuro templo, 1.151 bajorrelieves, unos con una cruz y otros con las letras A y M (Ave María). Una linterna que permite el ingreso de luz natural es el remate de la monumental cúpula. La gran cruz de cobre que corona el santuario surge desde un orbe, que precede a un cuello y a un cono que le sirve de base, y a más de sesenta metros de altura domina el cielo de San Nicolás.
Bernardo Díaz es chileno y junto a su hermano y su padre fueron los responsables de tapizar la cúpula externa con láminas de cobre traídas especialmente desde Chile. Desde hace un par de semanas está nuevamente en la basílica. Esta vez recubriendo de cobre los techos laterales de la cúpula.
"Tenemos aún para unos diez días más de trabajo. Nosotros dirigimos la obra, pero los operarios son argentinos. Después restará el tapizado del techo posterior de la basílica", explicó ayer a LaCapital. Cuando finalizaron la cúpula exterior, hace cinco años, su padre aseguró que el trabajo "puede garantizarse por 300 años".
Ajenos a números y detalles, peregrinos de todo el país y hasta del exterior han convertido al Santuario Mariano de San Nicolás en un punto multitudinario de confluencia.
Según datos del Movimiento Mariano, 1.500.000 fieles al año son los que llegan a esta ciudad. "En estos 23 años han acudido a María unos 30 millones de peregrinos", aseguraron. De hecho, el lunes pasado, en ocasión de celebrarse el 23º aniversario de la primera aparición de la Virgen ante Gladys de Motta, la policía estimó que 470 mil devotos estuvieron presentes en el santuario.
Diariamente, pero en forma especial los días 25 de cada mes, cientos de colaboradores suman sus esfuerzos para atender a los visitantes, en una maquinaria organizativa que comprende a la Casa del Peregrino, el Centro de Difusión Mariana y la Comisión Pro-Templo. A pocos metros del santuario, y con su casa convertida en otro de los centros de peregrinación, Gladys de Motta continúa manteniendo encuentros casi diarios con la Virgen, según se detallan en un libro oficial que está disponible en el sitio www.virgen-de-san-nicolas.org.
"En este santuario es oída por mí la voz de aquellos hijos que elevan su oración con profundo amor a Dios. Mi amor cae como lluvia sobre los corazones ávidos de la misericordia del Señor. Hijos, venid a Mi. Sea este mensaje conocido por todos tus hermanos", dijo la Virgen en una de sus revelaciones.
El 26 de noviembre de 1983, en su decimosexto encuentro con la Virgen, Gladys de Motta le pregunta si le gustaría que la llamasen María del Rosario de San Nicolás y María responde: "Así debe ser. Mi anhelo es estar entre vosotros, colmarlos de bendiciones, de paz, de alegría y acercarlos al Señor Nuestro Dios".
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Se estima que en 23 años unos 30 millones de feligreses visitaron la iglesia.
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