Rugby: Plaza lo definió en el complemento

Pablo F. Mihal / La Capital

El dicho que dice que "cada uno es el arquitecto de su propio destino" a Atlético del Rosario le cae como anillo al dedo. Es un equipo que depende de sí mismo para poder desarrollar un juego integral y altamente efectivo pero los baches en la concentración que suele tener lo colocan en la vereda de enfrente y navega en la intrascendencia.

Ayer, Plaza dio una muestra cabal de su doble faz. Tuvo un primer tiempo para el olvido, donde jugó impreciso, apurado, dilapidando varias ocasiones claras para definir y un complemento donde se floreó y alcanzó el 37-5 final ante Lomas en el marco de la 11ª fecha del torneo que organiza la Unión de Rugby de Buenos Aires.

De los primeros cuarenta minutos no se pudo rescatar nada. El juego de Plaza fue anodino pero aún así se fue al vestuario imponiéndose 6-5 merced a dos penales de Martín Rodríguez Gurruchaga.

El balance del parcial le cerró en números rojos. Plaza había quedado en deuda con el juego y tanto los jugadores como los entrenadores lo sabían. Por eso la arenga del entretiempo sirvió para despertar a un equipo literalmente dormido.

El equipo encaró el complemento con otra actitud y eso se notó desde el arranque. Plaza empezó a atacar con más concentración y orden y pronto a encontrar los huecos en la defensa del quince de Longchamps.

Matías Dalla Fontana mostró el camino y tras su try el partido ya no fue el mismo. Atlético fue agigantando su figura con el correr de los minutos e hizo sentir el peso de su ofensiva en el ingoal rival.

Así como los forwards subieron su nivel, los backs no se quedaron atrás y también mostraron lo que saben hacer. Alexis Weitemeier vulneró dos veces el ingoal de Lomas y terminó por quebrarlo anímicamente.

La visita sintió los golpes pero no tuvo respuestas. El partido entre semana le pasó factura y Plaza no desaprovechó la ocasión. Y siguió sumando. Así llegaron los tries de Diego Orengo y Marcos Díaz que pusieron fin a la faena.

Con más vergüenza que ideas Lomas intentó descontar cuando el partido terminaba, pero se encontró con una verdadera muralla que defendió cada pelota como si fuera la última. Sin tiempo para más, la victoria se quedó en el pasaje.

Joaquín Gorina se filtra en la defensa de Lomas.