Un fantasma que también tiene tonada cordobesa

El gobernador de Mendoza, Julio Cobos, aseguró que el radicalismo "todavía no se fractura", aunque reconoció que existen "distintas visiones y opiniones" que se tendrán que debatir con vistas al encuentro que los radicales K mantendrán el 7 de octubre en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.

"Ojalá que esta división no se produzca", manifestó Cobos cuando llegó al país con la comitiva que acompañó al presidente Néstor Kirchner a la ciudad de Nueva York en referencia a la crisis política que sufre el radicalismo.

Cobos sostuvo que "siempre se está hablando de la fractura pero todavía el radicalismo no se fractura". Luego agregó: "Hay que pensar que la UCR ha sufrido una crisis; no nos fue bien en las últimas elecciones, y este es un partido amplio donde convivimos distintas ideologías".

Con relación a la reunión que el sector que apoya la concertación realizará el 7 de octubre en la ciudad de Río Cuarto, Cobos explicó que "la idea es abordar diversas cuestiones de fondo, esas que necesitan resolverse en forma estructural y con amplio consenso".

En ese sentido, el gobernador anunció que se están siendo invitados "algunos especialistas para que participen en cada uno de los temas que llevarán a la reunión" en la ciudad cordobesa.

Como si un terremoto político se avecinara, el titular del congreso provincial de la UCR cordobesa, Walter Ferreyra, descartó la posibilidad de formalizar alianzas con el Partido Nuevo, que lidera Luis Juez, o con el justicialismo y advirtió que a quienes opten por avanzar en esa dirección "la camiseta del radicalismo les quedará grande y deberán sacársela".

"No vamos a ir detrás de Juez, del concejal Héctor Campana, del peronista Juan Schiaretti o de cualquier candidato de otro partido, porque solamente vestimos la camiseta radical y trabajamos para tener un partido fuerte de oposición", alertó Ferreyra.

El dirigente trató de diferenciarse de los intendentes radicales que en los últimos meses han exteriorizado afinidades políticas con el gobierno del presidente Néstor Kirchner al recordar que los principales rivales electorales de la UCR "están en el justicialismo y en el Partido Nuevo".

Tras afirmar que mientras él sea presidente del congreso no habrá ningún tipo de pacto político, interpretó que "le haría mucho daño al radicalismo tener una coalición encabezada por Juez, porque sería repetir la experiencia que perjudicó al partido cuando formó una alianza a nivel nacional".