Médicos Sin Fronteras. Una entidad que lucha por la salud

La historia sin fin que arrastra el Congo

Médicos Sin Fronteras nació en 1971, "cuando profesionales de la Cruz Roja, decidieron crear una organización que permitiera dar testimonio de las denuncias que recibían de las personas que asistían", explicó el médico voluntario cordobés Jorge Martin, quien presta servicios con su novia (y también médica) Eliana Olaizola en la localidad congoleña de Pweto.

En la entidad participan, además de profesionales de la medicina, logistas, financistas, especialistas en derecho, técnicos en agua, saneamiento y también quienes que recaudan fondos y aportan recursos humanos.

La organización humanitaria fue distinguida con el premio Nobel de la paz en 1999.

"Desde 2001 funciona en Argentina una delegación de MSF España, de ella han salido más de un centenar de colaboradores", explicó Jorge. "Me tocó trabajar en el terremoto del 2004 en Marruecos, y debo señalar que fuimos tal vez la primera organización en llegar y acceder donde casi ningún otro iba", destacó.

Sobre cómo se encara las situaciones de crisis en el Congo, Jorge contó que en la casa donde residen tienen un bunker con comida, agua, comunicación satelital y juegos de mesa por si no pueden evacuarse antes de un ataque. También tienen un plan de evacuación para salir por Zambia en auto o en avión, o bien en el helicóptero de los Cascos Azules.

Los voluntarios cuentan además con teléfonos satelitales (a 6 dólares el minuto). Deben comunicarse al salir y llegar a destino y a cada hora en punto, con restricciones a los movimientos y prohibición de estar fuera de la base por la noche. También deben usar distintivos que los acreditan como médicos.


Una colonia masacrada
"La República Democrática del Congo (RDC) no es el Congo Brazaville (un pequeño país situado en la frontera noroeste). También se llamó Estado Libre del Congo, cuando a Leopoldo II de Bélgica le otorgaron ese territorio, el tercer país más grande de Africa, como colonia personal", explicó Jorge.

Dijo que la colonización dejó diez millones de muertos. El país también se llamó Zaire, después de alcanzar la independencia en 1960 y durante el terrible régimen del dictador Mobutu Sese Seko. Tras su derrocamiento, en 1996, luego de dos años de guerra, pasó a llamarse RDC.

Es un país extremadamente caro y sin infraestructura. "En Kinshasa, la capital, un taxi al aeropuerto pude costar 100 dólares" señaló el médico cordobés. La leche, queso, zanahorias, atún, té, chocolate, helado son considerados artículos de lujo y se envían sólo por avión, cuyo alquiler cuesta 1.200 dólares la hora de vuelo.

La democracia es otro producto exportado que en el Congo toma su propia forma. Las boletas tienen fotos de los candidatos y para elegir, los votantes deben poner el dígito sobre la boleta, pero como casi no hay medios de comunicación, es difícil que los electores conozcan a los políticos", precisó Jorge.