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 sábado, 23 de septiembre de 2006  
Acasuso le metió corazón

Era el partido que todos esperaban, el que podía marcar el rumbo definitivo de la serie. Y la tranquilidad que Nalbandian había brindado tras su triunfo ante Philippoussis no fue aprovechada desde el vamos por José Acasuso. Es que el misionero tuvo un arranque para el olvido, con una catarata de errores no forzados que le permitieron a Hewitt escaparse rápidamente en el marcador. El misionero, a puro corazón, recompuso su imagen y su tenis, y cuando se encaminaba a una sufrida, pero espectacular victoria, el partido se interrumpió por la lluvia con un 4/0 a favor de Chucho en el quinto set, luego de ganar dos parciales cada uno.

La notoria diferencia entre uno y otro quedó evidenciada en el resultado inicial. Fue 6/1 a favor del australiano, con un Chucho desconcentrado, nervioso y errático. Recién en el segundo Acasuso logró meter la mente en el partido. Tuvo una chance de quebrar en el quinto game pero se le escapó, cosa que no sucedió en el octavo. Ahí pudo con el saque de Hewitt, se puso 5/3 arriba y encaminó todo hacia un 6/4 seguro.

Extrañamente todo pasaba por lo que hacía Chucho. De su ciclotimia dependía su suerte y la de Hewitt. Porque deambulaba increíblemente entre puntos bárbaros y errores no forzados. Además el australiano tomó como principal estrategia no arriesgar demasiado y apostar al error ajeno. Y mal no le fue, ya que se quedó con el tercero por 6/4.

Pero todo cambió en el siguiente. La paridad en el juego se rompió con dos quiebres del misionero. Un 6/2 claro, pero con el plus de meter definitivamente a la gente en el clima de la Davis.

El Parque Roca era una caldera. La llovizna se tornaba cada vez más molesta y la luz escaseaba. Pero cómo parar el partido con el arranque que metió Acasuso en el quinto set. Cuando mantuvo su saque en el primer game la gente enloqueció, cuando quebró en el segundo, ni hablar. Después llegaron el 3/0 y el 4/0. Todo era fiesta. Seguía lloviendo, se veía poco y nada, pero todo valía. Hasta que con el saque de Acasuso y ventaja para Hewitt, el agua pasó a ser protagonista e hizo que se parara definitivamente.

Ese plus que por estas horas existe en el resultado es importante. Acasuso deberá saberlo manejar hoy para sumar un punto más, para dar un paso gigantesco hacia la soñada final.
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Acasuso vencía a Hewitt hasta que llegó la lluvia.

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