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sábado,
02 de
septiembre de
2006 |
El Papa rezó ante una reliquia
El Papa Benedicto XVI se convirtió ayer en el primer pontífice en visitar "el velo de la Verónica", que la tradición cristiana dice fue usado para limpiar el rostro de Jesús en su camino hacia la crucifixión y milagrosamente registró su imagen.
Benedicto rezó de rodillas frente a la reliquia conocida también como el "Santo rostro", que ha sido custodiada durante siglos por monjes capuchinos en el remoto monasterio de Manoppello en las montañas de los Apeninos.
"Juntos buscamos conocer el rostro de nuestro señor y en él encontrar un camino para nuestras vidas", dijo el Papa nacido en Alemania a los sacerdotes y peregrinos luego de ver la reliquia, conservada en un pesada estructura adornada con oro y plata sobre el altar.
El velo representa claramente, en un color rojo sangre, a un hombre barbudo que muestra un sorprendente parecido con una reliquia aún más famosa, el Santo Sudario de Turín, que se encuentra en norte de Italia y es venerada por algunos cristianos como la tela que cubrió el cuerpo de Jesús en el sepulcro.
La leyenda dice que el velo, de 17 por 24 centímetros, fue utilizado por una mujer llamada Verónica para limpiar el rostro de Jesús mientras cargaba su pesada cruz a través de Jerusalén hacia el Gólgota. (Reuters)
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