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sábado,
02 de
septiembre de
2006 |
Humo para rato. En 60 días Entre Ríos adjudicará tierras fiscales para ganadería, agricultura y emprendimientos turísticos
El alquiler de 130 mil hectáreas de islas podría ser un desastre ecológico
Los terrenos están frente a Rosario. Denuncian que habrá más incendios y que se destruirá el ecosistema
En 60 días estarán adjudicadas unas 130 mil hectáreas del primer delta del Paraná, que incluye islas y humedales de la provincia de Entre Ríos y en particular al departamento de Victoria. Es que la provincia vecina aprobó el año pasado una ley por la que se permite arrendar esas tierras fiscales para emprendimientos ganaderos, la actividad apícola, turística y también agrícola. Así, mientras los ecologistas están que trinan porque entienden que este es un nuevo golpe al ecosistema, el intendente victoriense, César Garcilazo, no oculta su alegría. "Por lo menos vamos a saber quién está en cada lugar, y a la vez se podrá controlar más", justificó ayer a La Capital.
La ley entrerriana determinó que se arrendará en una primera etapa un porcentaje importante del delta (frente a Rosario y la zona) que incluye humedales según el mapa en el que se delimitaron los lotes. En total son 160 campos que se arriendan para emprendimientos productivos, a un valor de cinco kilos de ganado en pie en venta en Liniers por hectárea y por año.
Los interesados superaron con creces la cantidad de terrenos ofrecidos y el municipio victoriense recibió 233 ofertas de productores interesados, para los 160 campos. Cada lote fue delimitado con un máximo de 2.600 hectáreas pero los oferentes tuvieron la posibilidad de presentarse para explotar más de un terreno.
El proceso de apertura de los sobres será gradual y se van abriendo de a 40 cada dos días. "Por lo que estamos viendo las ofertas superan bastante a la base de alquiler pedido", afirmó Garcilazo, y señaló que en promedio se elevó el precio a unos 8,5 kilos de carne vacuna.
Indignación de los ecologistas
La novedad causó indignación entre los ecologistas y ambientalistas, para los cuales la ley y el arrendamiento no sólo implica un revés a las estrategias conservacionistas. Pero además consideran que esto traerá aparejados mayores problemas a la población tanto isleña como entrerriana, y en particular de Rosario y las localidades costeras desde Puerto San Martín a Villa Constitución.
"Si ahora tenemos problemas con el humo y la quema de los pastizales, imaginemos lo que será con 130 mil hectáreas más para la cría de ganado. Esto va a ser cualquier cosa, nos vamos a ahogar. Miles de hectáreas más disponibles para el ganado implican quemas masivas más de una vez al año", aseveró Sergio Rinaldi, desde el Taller Ecologista de Rosario.
Pero más allá de la contaminación de la quema de los terrenos isleños, Rinaldi denunció que también hay un proceso de sequedad de los humedales, es decir, una modificación del suelo para adaptarlo a la cría de ganado. "Se están cerrando los riachuelos, secando las lagunitas", aseguró.
En la misma sintonía se expresó el ex presidente de la Comisión de Ecología del Concejo Municipal, el arista Pablo Javkin. "La ley no contempla ninguna prohibición, acá estamos frente al peligro del desmonte autóctono, más allá de la quema de terrenos. Es decir, del peligro cierto para la flora y la fauna del lugar y si bien la ley dice que para la agricultura no se utilicen pesticidas o agroquímicos, habría que ver cómo se controla y qué se hace realmente en todas esas hectáreas", interrogó.
Para Javkin la "única solución posible" es que tanto la Intendencia de Rosario como el gobierno santafesino tengan una política agresiva conservacionista del sector, y disputen con sus pares entrerrianos la preservación del Delta del Paraná medio, al que considera en peligro. "Si no se frena ya, esto es un golpe mortal para la zona", diagnosticó.
Tanto Javkin como Rinaldi argumentaron que la nueva ley obedece al boom sojero de la región, por lo que estimaron que de 40 mil cabezas de ganado que históricamente tuvo Entre Ríos ya se está en las 170 mil, y a partir de la nueva ley se agregan más de 230 mil hectáreas en principio para el mismo fin.
Es más, la propia ley, se fundamenta a sí misma por la "demanda de tierras" y "especial las de mayor aptitud". También reza en el espíritu de la legislación la importancia que tiene el arrendamiento para "incrementar el erario público". Así se convino que el 40 por ciento de la recaudación vaya directamente al departamento al que pertenezcan los terrenos. Garcilazo admitió que el emprendimiento significará unos 500 mil pesos anuales más para el municipio, aunque calificó la cifra como "no tan alta", pero de "mucho antes que nada".
Juan Carlos Bensuley, integrante de la Coalición en Defensa del Delta del Paraná, que viene trabajando sobre su conservación desde hace más de 20 años, también hizo su crítica de cara a la nueva política entrerriana. "Como no hay una legislación nacional, Entre Ríos hace lo que quiere sin pensar en toda la región", afirmó. En ese marco, recordó que están en campaña para defender uno de los cinco deltas vírgenes del planeta que quedan vivos.
Luego cargó las tintas contra todos los funcionarios que no accionan para la protección del área. "No entienden que estamos hablando de la calidad de vida, de la calidad del agua y del aire. Estamos hablando de millones de personas. Ya hubo experiencias de sequedad de humedales en todo el mundo y este podría ser un desastre ecológico más", pronosticó.
Así las cosas, las islas frente a Rosario, Arroyo Seco y Villa Constitución probablemente comiencen a cambiar su fisonomía de aquí a 60 días.
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Aseguran que habrá más incendios.
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