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jueves,
24 de
agosto de
2006 |
"La Justicia no avisó"
Ante la imposibilidad del contacto con los máximos responsables de la Unidad Regional II, un oficial superior de la Jefatura explicó ayer que la razón por la que el suboficial Antonio Flores siguió en funciones, pese a tener condena firme desde el mes de septiembre de 2005 por apremios ilegales, se debió a que el tribunal interviniente no comunicó a la conducción de la departamental rosarina la novedad de la sentencia.
Este diario preguntó entonces si, ante la circunstancia de que el cabo tenía tres imputaciones por el mismo delito, la superioridad no debió como mínimo haberlo apartarlo a tareas internas, en lugar de permitirle la continuidad en tareas de calle, frente a la reincidencia presunta en una actitud de castigo físico. "Seguramente debió ser así", admitió el oficial tras ser consultado anoche por un cronista de este diario.
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