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sábado,
19 de
agosto de
2006 |
Dos variantes que
mejoraron el equipo
Los ingresos de Moreira y Conca le cambiaron la cara
Esta vez, los cambios que metió Gorosito durante el partido le cambiaron la cara a Central. Uno de ellos fue obligado. Y el otro táctico, estratégico y muy valioso. El ingreso de Conca en reemplazo de Encina mostró con crudeza una realidad irrefutable que va mucho más allá de las preferencias del entrenador: Conca es enganche y sabe hacerlo; y Encina no siente la posición en la que lo hacen jugar.
A partir de la entrada del ex volante de Universidad Católica, Central fue un equipo mucho más ágil, con una repentización superior y con los recursos de enlace que le supo ofrecer el reemplazante del Sapito. Esto no significa que Encina sea más útil afuera de la cancha que adentro, sino que quizás alguien esté ocupando el lugar que a él mejor le sienta.
En tanto, la defensa mejoró por una contingencia del juego: se lesionó Garcé y lo reemplazó Moreira. Allí, Ricky se acomodó por la derecha, Villagra pasó a la izquierda y Azconzábal se paró como zaguero al lado de Ledesma, que pasó de seis a dos.
Desde allí, Central se compensó bastante en el fondo, a pesar de las habitualmente temerarias subidas de Villagra, que no siempre son complementadas de regreso con un cierre a tiempo. Es que cada uno jugó en la posición en la que mejor se desempeña. Que quede claro, que Central no mejoró en su última línea por desmérito de Garcé, sino por una lesión del ex defensor de Olimpo.
Son dos apuntes que seguramente darán vueltas en la cabeza de Gorosito de cara al partido del viernes con Lanús.
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