Año CXXXVII Nº 49200
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 06/08
Mujer 06/08
Economía 06/08
Señales 06/08
Educación 05/08
Salud 02/08
Página Solidaria 02/08
Autos 27/07
Estilo 22/07

contacto

servicios
Institucional



 domingo, 13 de agosto de 2006  
El centro arqueológico del Valle Sagrado

Pisac, en el Valle Sagrado de los Incas, está a 32 kms. al noroeste de Cusco, a 2.950 metros sobre el nivel del mar. Su nombre significa perdíz en quechua. Es centro arqueológico por sus construcciones incas y con una natural riqueza del valle del Urubamba. Era tradicional, en la antigua arquitectura, que las ciudades fueran construídas sobre trazos figurativos de animales. Pisac tenía la forma de una perdíz.

Detrás del pueblo, montaña arriba, está la espléndida fortaleza inca: Pisaqa. Abajo, en el colonial asentamiento, conviven comerciantes, artesanos y campesinos que cultivan el fértil suelo a ambas orillas del río.

Quienes gustan de las ferias artesanales, encontrarán aquí una gran variedad y belleza en sus productos que revelan al arte popular cusqueño, como collares, bolsos, coloridas alfombras, tapices y abrigos elaborados con lana de alpaca y vicuña, y la originalidad de los cerámicos con influencia inca.

Algunos pobladores llaman la atención por sus atractivas vestimentas y muy predispuestos a las fotografías a cambio de algunas moneditas. Visité este completo e interesante sitio un miércoles, pero son muy mentados los mercados de los jueves cuando los lugareños se juntan para comerciar sus productos.

Pero la feria de los domingos es la más importante y de gran atracción turística. Ese día se celebra la misa en quechua con la asistencia de alcaldes con sus mejores trajes tradicionales y portando artesanales bastones de mando: los vara-yoc (hombre de la vara).

Hay que visitar Sacsayhuaman y alrededores, y los demás pueblos del valle sagrado, como Chinchero, Olantaytambo y sus ruinas. Obviaré hacer comentarios acerca de mi segunda visita al Machu Picchu porque es mucho lo que se ha escrito sobre él. Sólo diré que este santuario está a 2.430 metros sobre el nivel del mar, que la Unesco lo ha incluído en la Lista del Patrimonio Mundial y que de tantísimas maravillas que posee el planeta Tierra, Machu Picchu sigue estando entre las primeras.


Emprendiendo el regreso
Regreso a Lima en 20 horas en un confortable colectivo. Como no conocía Trujillo, tomé la Panamericana Norte, recorrí 560 kilómetros y llegué en ocho horas de bus, siempre cerca del mar y en medio de un desértico paisaje. Sólo observé algunas chacritas productivas por el gran esfuerzo que le ponen los campesinos del lugar para aprovechar las aguas de un río.

Estamos en una de las regiones más áridas del planeta, donde se desarrolló la cultura mochica (siglos I a VII). Sus pirámides de adobe son testimonio del poder y la riqueza de este admirable pueblo. Fueron grandes orfebres y alfareros. A partir del siglo XII le sucedieron los Chimú, que desarrollaron una excelente orfebrería y avanzadas técnicas de riego.

En el Museo Larco Herrera de Lima hay aproximdamente 45.000 piezas de cerámica de estas culturas. En el siglo XV irrumpieron los incas, diezmándolos. En 1534 Diego de Almagro fundó la villa de Trujillo, hoy capital del departamento La Libertad.

El centro de esta ciudad es la Plaza Mayor con su monumento a La Libertad, obra barroca de mármol del alemán Edmundo Muller. Por su belleza, por su prolija jardinería y las coloridas fachadas que la rodean, es un lugar de descanso y deleite de turistas, familias y vendedores.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Notas Relacionadas
Memorias del pasado inca




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados