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domingo,
13 de
agosto de
2006 |
La esperanza de un pueblo olvidado
El párroco de la iglesia del Carmen reflexionó que la aparición de la silueta en la pared generó gran conmoción y renovó esperanzas en los pobladores porque "se presentó en un lugar casi olvidado por todos y que tiene un espíritu muy caído".
El sacerdote se refería en esos términos a que Diego de Alvear es uno de los pueblos que mas sufrió -y sigue sufriendo- la crisis desatada por el desborde de la laguna La Picasa, con miles de hectáreas que a pesar de las importantes obras que se están realizando aún tiene bajo el agua.
En ese marco hubo hechos que deprimieron aún más el ánimo de los pobladores, como la muerte de una anciana que se cayó en un pozo ciego que se desmoronó por el crecimiento de las napas; los numerosos pisos que cedieron, los edificios que se rajaron al ceder los cimientos, y hasta el drama de las calles con el agua brotando entre en las hendiduras del pavimento.
Todo eso hizo que muchos afirmen que el pueblo nunca recibió ayuda oficial porque el gobierno comunal pertenece al radicalismo. Es así que al fenómeno en la casa de Ana algunos lo atribuyan como "una señal de Dios para un pueblo olvidado".
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