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 domingo, 13 de agosto de 2006  
Escalada bélica. El grupo islámico dijo que seguirá atacando a los efectivos judíos mientras no se retiren
Israel y Hezbolá siguen combatiendo a pesar de la resolución de la ONU
Al menos 30 mil soldados israelíes lanzaron una ofensiva masiva, conquistando puntos estratégicos

Tel Aviv/Beirut. - Israel y las milicias islámicas de Hezbolá combatieron ayer intensamente, pese a que ambas partes aceptaron en principio la resolución de Naciones Unidas promulgada el viernes que exige un cese del fuego. Israel envió el sábado al Líbano a 30 mil soldados y tomó grandes extensiones de territorio. Una fuente militar israelí dijo que el ejército acatará la resolución de la ONU y cesará sus operaciones ofensivas a partir de las 7 de mañana, pero otras versiones indicaban que los israelíes esperaban combatir por al menos una semana más para consolidar sus conquistas. El gobierno de Beirut, por su parte, aceptó formalmente la resolución, pero planteó "reservas". El secretario general de la ONU, Kofi Annan, aseguró que el cese del fuego entrará en vigencia a las 8 de mañana. La resolución fue votada el viernes a la noche por unanimidad por los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. El titular del Hezbolá dijo que sus milicianos colaborarán con las tropas de la ONU cuando lleguen, pero que seguirán atacando a los israelíes mientras permanezcan en suelo libanés.

Los israelíes habían comunicado el viernes que aceptaban la resolución de la ONU y, simultáneamente, que lanzarían un ofensiva masiva en el sur del Líbano. En pocas horas, a partir de la madrugada, las tropas hebreas, en número de unos 30.000 soldados, avanzaron por todo el sur libanés, conquistando puntos estratégicos y grandes superficies de territorio, llegando al río Litani, límite natural del sur libanés.

Israel había perdido hasta ayer a la noche en esta ofensiva a 11 soldados, mientras que 84 resultaron con heridas. El ejército israelí pareció encontrar con esta ofensiva a gran escala, después de semanas de espera y de incursiones limitadas, la ansiada luz verde del gobierno para poner sobre el terreno todo su poder de fuego. Los soldados israelíes alcanzaron rápidamente y en muchos puntos las riberas del río Litani, a entre 20 y 30 km de la frontera, y en muchos puntos las superaron.

A la vez helicópteros transportaron a un gran número de paracaidistas muy al interior del Líbano, en la operación más grande de esta clase desde la guerra árabe-israelí de 1973. Los israelíes entablaron fuertes combates con los milicianos de Hezbolá al norte del Litani.

Con la ofensiva, Israel triplicó en un día sus fuerzas en Líbano, llevándolas a más de 30 mil hombres. Según fuentes militares espera seguir combatiendo al menos durante otra semana, pese a la resolución de la ONU. Según un alto oficial citado por la agencia Reuters, sin embargo, Israel pondría fin a todas sus "operaciones ofensivas" mañana, lunes, a las 7 de la mañana. En todo caso, dijo el jefe de estado mayor israelí, Dan Halutz, las fuerzas israelíes permanecerán en Líbano hasta que sean reemplazadas por la fuerza multinacional de paz, conformada en parte por la actual fuerza de Naciones Unidas en Líbano (Unifil), pero que aún debe reforzarse con efectivos que no está claro cuándo y de dónde provendrán.


Una conducción criticada
El enviado de las Naciones Unidas a la región, Alvaro de Soto, dijo a Reuters que la fuerza multinacional, bajo bandera de la ONU, podría comenzar a desplegarse dentro de 7 a 10 días, dando a entender que todavía pasará algún tiempo antes de lograr un "inmediato cese de toda operación ofensiva por parte de Israel", tal como exige la resolución.

Lo cierto es que desde ayer los generales israelíes tienen en suelo libanés a al menos cuatro divisiones, algo que venían pidiendo al nivel político desde hace semanas. La conducción de la guerra, tanto por el gobierno del premier Ehud Olmert y el ministro de Defensa Amir Peretz, como del general Halutz, es objeto de fuertes críticas, sea de la prensa como del propio ejército. Halutz, un general de la fuerza aérea, confió durante los primeros 15 días del conflicto exclusivamente en la aviación, sin lograr que Hezbolá disminuyera ni mínimamente sus masivos ataques con cohetes contra las poblaciones del norte de Israel. A la vez, las bombas israelíes mataron a cientos de civiles libaneses y destruyeron gran parte de la infraestructura civil del país.

Ayer la aviación israelí continuó sus bombardeos, especialmente en el sur libanés en apoyo a la ofensiva terrestre. Por lo menos 19 libaneses murieron en estos ataques. El más letal de estos bombardeos ocurrió en el pueblo de Rashef, a unos 7 km de la frontera con Israel, donde al menos 15 civiles fueron muertos.

El objetivo de la ofensiva es ocupar las zonas desde las que el grupo extremista islámico lanza alrededor del 70% de sus cohetes contra Israel, una franja de terreno ubicada inmediatamente al sur y al norte del río Litani.

Hezbolá anunció que derribó un helicóptero israelí. El derribo fue confirmado por parte israelí, pero sin citar la cantidad de bajas. El grupo islámico dijo que la aeronave fue derribada con un nuevo tipo de misil antiaéreo, pero Israel aseguró que fue alcanzado por un arma antitanque cuando volaba a baja altitud. Hezbolá también aseguró que en un contraataque contra una columna de tanques en la localidad de Taibeh destruyó 16 blindados. Israel rechazó esta información. El ejército israelí aseguró haber dado muerte a al menos 40 milicianos de Hezbolá en las primeras horas de la ofensiva de ayer.


Un "sí" con reservas de Líbano
El gobierno libanés del premier Fouad Siniora aceptó ayer formalmente la resolución de la ONU, aunque planteó sus "reservas" sobre algunos puntos. "El gabinete ha aceptado unánimemente la resolución de la ONU, pese a que había algunas reservas", dijo el ministro de Información, Ghazi Aridi. "Hemos decidido realizar otra sesión de gabinete mañana para más consultas", añadió.

El ministro se negó a explicitar a qué se refieren las reservas per destacó que "no sólo un partido dentro del gabinete tenía reservas". Se refería a que no sólo los dos ministros de Hezbolá en el gabinete tenían objeciones sobre la resolución, sino también otros ministros. Según la CNN, los ministros de Hezbolá se negaron a desarmar sus milicias al sur del Litani.

En cuanto al líder de Hezbolá, el jeque Hassan Nasrallah, dijo ayer que su agrupación iba a analizar la resolución cuando finalmente se acuerde la tregua e Israel la acate. Nasrallah alegó que Hezbolá tenía el derecho de "resistir" a las tropas israelíes que permanezcan en suelo libanés, pero que cooperaría con los soldados libaneses y las tropas de la ONU que se desplegarán.
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Una columna de 9infantería israelí avanzaba ayer bien al interior del Líbano.

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