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 domingo, 13 de agosto de 2006  
El día de los chicos. Cinco pibes en su rol de famosos
Son niños pero piensan y actúan tal como lo hacen los adultos
Apadrinados por los medios, se hicieron conocidos por tener ideas poco habituales

Tienen un discurso y un accionar poco habitual para su edad y están convencidos de que hay que traspasar los límites del mundo infantil. Van mucho más allá del estereotipo del chico común y corriente, del niño instalado en el imaginario colectivo. Son pibes que se imponen objetivos más cercanos a los de los grandes o quizás a los que los mayores deberían propender. Llegan a ocupar sus lugares. Tienen actitudes e iniciativas de adultos. La Capital adelantó su festejo y habló con ellos, aún a sabiendas de que sus aires de intelectuales, que a veces los hacen evidenciarse superiores, tal vez sean justamente responsabilidad de los medios.

"¿Cómo puede ser que en una ciudad de Holanda haya una calle que se llama Madres de Plaza de Mayo y acá no?", se preguntó Ana Ramón, quien ya cumplió 12 años y se mostró interesada por las secuelas de la última dictadura militar al punto de cuestionar a quienes denostan a los desaparecidos porque "algo habrán hecho".

Ana disparó el primer proyecto de nomenclatura surgido de una alumna y se convirtió en la mentora de esa denominación para una calle de la ciudad.

Por su parte, Kevin Stralla está a punto de cumplir 13. Su nombre trascendió a la prensa por un altercado que tuvo con un colectivero al que le pidió que apagara el cigarrillo mientras conducía. Un hecho que actuó como disparador para que luego siguiera propiciando ideas diferentes. Así, propuso a la comunidad que done agua mineral para ser enviada a la ciudad chaqueña de Castelli, donde la sequía fluye.

Que el autor intelectual, guionista e intérprete de una película sea un niño de 10 años no es un hecho frecuente. Sin embargo, Gaspar Martínez lo logró. Filmó su propia historia de aventuras, superhéroes y monstruos llamada "El mago Max". El nene, nacido en Andino, le contó su deseo a su tío y productor audiovisual, Germán Geminale. No hubo necesidad de mucho más.

"Siento que lo que dicen en la escuela yo ya lo sé", descerraja Ana antes de considerar que los chicos de hoy van a lo fácil, a lo rápido. "Si les piden información para un trabajo en el colegio se fijan en internet y se quedan sólo con eso", explica. "Yo entro a la biblioteca, busco más", agrega.

"En Castelli todo es muy feo", detalla Kevin. Es que quedó impactado por las necesidades que sufren los argentinos residentes en el norte. "Es feo en todo sentido", abunda: "No hay ropa, no hay comida, no hay casas; las calles son todas de barro". Parece que exagerara, pero en rigor conoció una realidad dolorosa.

Crítico, remarca que "sería bueno que la gente responda más", al poner de manifiesto que en las iniciativas solidarias son pocos los que aportan.

Los chicos reunidos por este diario asumen su rol de famosos en el entorno que integran. Suponen que muchos se les acercan por interés. "Ahora me dan más importancia", dice la nena. Eso es algo que a Kevin no lo atrae demasiado. "Preferiría que la gente colaborara en vez de felicitarte", remarca contundente.

-Tenés carácter fuerte.

-No. Solamente hago cumplir las cosas como son.

En tanto, Gaspar, más chiquito también en sus expresiones, cuenta que le "encanta" que lo feliciten.

Los tres parecen estar en otra. Cuando, según indican, la mayoría de los chicos juega "a la computadora", ellos prefieren ver películas (Gaspar), leer (Ana) y revivir alternativas lúdicas puertas afuera, "como el abuelo cuando era chico" (Kevin).

Fue en este contexto que surgió una cuestión que los preocupa: la falta de seguridad. "La gente se queda adentro de sus casas porque tiene miedo", sugieren los chicos al unísono. "Es horrible porque te sacan la libertad y así no se puede vivir; es como no poder expresarte y pensar", relata Ana.

-¿Está bien que se festeje su día?

Kevin considera que "siempre" debería tenerse en cuenta a los chicos. Más aún en función de lo que pueden aportar con su pensamiento. "Las propuestas para hacer una sociedad mejor también pueden salir de nosotros", acota Ana. Pero, "no está mal que haya un día especial", asegura Gaspar convencido de que los más pequeños tienen que "aprender a explorar sus fantasías".

De cualquier modo, los tres chicos que posaron para la foto en el Museo Diario La Capital recibirán hoy sus correspondientes regalos y, con seguridad, saldrán a pasarla bien. Mucho mejor que los pibes que, "en vez de soñar con una bicicleta, tienen el deseo de la vida", se explaya Ana. Impactada por la guerra en Medio Oriente enfatiza en las diferencias: "Mientras acá habrá chicos jugando, allá estarán pensando en que no explote otra bomba".

P.R.P.
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Kevin, Alan y Gaspar esparn crecer sin dejar de disfrutar las ventajas del mundo infantil.

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