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domingo,
06 de
agosto de
2006 |
Un ejército de
voluntarios
para combatir
la corrupción
La Habana. - Antes de su enfermedad que lo mantiene alejado del poder, Fidel Castro ha confiado la limpieza de la casa a un ejército de jóvenes leales, que ayudan a combatir la creciente corrupción en el país. La primera misión que los 28.000 trabajadores sociales recibieron de Castro, en una reunión secreta en octubre, fue tomar inmediatamente las estaciones de servicio y acabar con el robo de combustible.
La corrupción está extendida en la sociedad cubana, donde muchos ven en el mercado negro y el desvío de recursos del Estado como una forma de subsistencia. Castro encomendó personalmente a los trabajadores sociales, muchos de ellos jóvenes desempleados o que habían abandonado los estudios, el futuro de la revolución.
El presidente ha prometido replicar la experiencia en tiendas, supermercados, refinerías y donde sea que haga falta. Incluso el programa está siendo exportado a Venezuela y a Bolivia.
Fraude millonario
Los trabajadores sociales dejaron al descubierto un fraude de 1.000 millones de dólares. En provincias como Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla, los empleados se quedaban con 80 centavos por cada dólar de combustible vendido. Además del control de las estaciones de servicio, los activistas recorrieron el país de punta a punta cambiando millones de lámparas incandescentes por otras de bajo consumo. Otros visitaron casa por casa las ciudades para cambiar los viejos electrodomésticos "devoradores de energía" que Castro prometió reemplazar por otros nuevos y más eficientes importados de China.
Ocho meses después de iniciada la ofensiva anticorrupción, los voluntarios viajan sentados junto a los conductores de camiones y colectivos escolares para fiscalizar el consumo de gasolina.
El contingente juvenil actúa, además, como soporte en la "Operación Milagro", un programa de operaciones gratuitas a los ojos creado por Castro y el presidente venezolano, Hugo Chávez, que ha mejorado la visión de más de 250.000 pacientes de América latina y el Caribe.
Han colaborado también con militantes del gobernante Partido Comunista para inspeccionar y sancionar a funcionarios gubernamentales.
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