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jueves,
27 de
julio de
2006 |
Murió un anciano al que
golpearon para robarle
Juan Cuatrocasas había sido atacado hace un mes en Cochabamba al 4000. No hay detenidos
Juan Cuatrocasas, el hombre de 84 años que un mes atrás fue atacado brutalmente a golpes en el desenlace de un asalto en su casa del barrio Bella Vista, murió el martes a raíz de las lesiones severas que le provocó la paliza que sufrió. Tras el violento suceso, fue detenida una mujer bajo la sospecha de ser la autora del hecho, pero ya fue liberada ya que los investigadores policiales y judiciales no encontraron elementos de prueba para incriminarla en el caso. Hasta anoche, los pesquisas no tenían pistas que conduzcan a quién o quiénes se llevaron 20 mil dólares, un valioso reloj y alhajas de la vivienda del anciano.
"A mi papá lo masacraron", había dicho Jorge Cuatrocasas a La Capital el 23 de junio pasado, momentos después de encontrar a su padre tirado en el piso de la vivienda revuelta, con sus manos y pies atados y numerosas huellas que delataban una golpiza feroz. El hombre sufrió múltiples traumatismos, aplastamiento de tráquea y perforaciones en un pulmón, lesiones que lo llevaron a la muerte.
En el marco de la pesquisa que realizaron la comisaría 13ª y la Brigada de Homicidios, los policías supieron de una mujer que tenía "cierta relación de amistad" con el anciano y cuyo número de teléfono fue brindado por los familiares de la víctima. Una vez demorada esa mujer, los uniformados pidieron una orden de allanamiento para su vivienda, ubicada en la zona oeste de la ciudad. En el operativo, los uniformados dijeron haber hallado "un comprobante de depósito por 20 mil pesos que se realizó en un banco de Córdoba y en una cuenta a nombre de la mujer algunos días antes de este hecho y una lista muy detallada con nombres de hombres mayores". A su vez, una fuente policial señaló que el listado, que incluía a Cuatrocasas, tenía los nombres de algunos hombres con sus edades, sus domicilios y su nacionalidad.
Sin embargo, la decisión del juez de Instrucción Alfredo Ivaldi Artacho de disponer la excarcelación de la mujer demuestra que las evidencias no tenían sustento para incriminarla. Ayer a la tarde, dos oficiales que siguieron de cerca la investigación del caso admitieron que los elementos de prueba "eran vagos". "En la casa sólo encontramos el pasaporte de otro anciano", comentó uno de los pesquisas.
Cuatrocasas era un jubilado español que vivía con su hijo en una casa de pasillo ubicada en Cochabamba 4064. A las 8 del 23 de junio, Jorge salió de la vivienda para ir a trabajar y dejó a su padre solo, algo que hacía habitualmente. Seis horas después, Jorge regresó y se encontró con un horrible cuadro. Juan estaba inconsciente, tirado en el piso boca abajo. Tenía las manos y los pies atados y numerosas huellas en su cuerpo que delataban una golpiza terrible. Cuando la policía arribó a la casa comprobó que tanto la puerta de calle como las ventanas no habían sido forzadas desde el exterior. También se estableció que dentro de la vivienda todo estaba revuelto. Así se detectó que faltaban 20 mil dólares, un reloj pulsera valuado en 15 mil pesos y joyas cuyo valor no fue precisado.
Tras el atraco, los investigadores manejaron dos hipótesis: que Juan conociera de antes a quienes lo atacaron o bien que el anciano haya sido víctima de un cuento del tío. Siguiendo la segunda de las teorías, los pesquisas presumieron que alguien pudo invocar el nombre de algún familiar para que el anciano activara el portero eléctrico de la casa y franqueara la puerta. "Tampoco descartamos que se hayan hecho pasar por empleados de la EPE, Telecom o Litoral Gas con el verso de que venían por algún problema", comentó un investigador.
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