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jueves,
27 de
julio de
2006 |
Un futuro con algunos interrogantes
El plantel salaíto sufrió una merma importante, aunque su técnico confía en estar otra vez en la pelea
Elbio Evangeliste / La Capital
Hablar de las chances de Argentino de cara al inicio de una nueva temporada de Primera C sería demasiado aventurado. Es que resulta difícil imaginar cuál puede llegar a ser el futuro de un equipo que viene de sufrir una sangría más que importante, con todo lo que ello significa. Por allí el punto más esperanzador de cara al torneo que se inicia en apenas un par de días radica en que se mantuvo a un cuerpo técnico que, más allá de que se verá obligado a agudizar el ingenio, tiene un gran conocimiento de los jugadores de las divisiones inferiores, hoy por hoy uno de los sustentos del nuevo plantel albo.
La obligación de mejorar siempre está presente y de allí la complejidad de lo que se viene. El recuerdo de la derrota frente a Excursionistas en el Gigante de Arroyito en la final del Reducido habla a las claras de que superar la última actuación no será sencilla.
Claro que en el fútbol, como en muchos órdenes de la vida, no hay imposibles, y por eso la ilusión de ascender tendrá el sustento típico de cada arranque de torneo. Pero no es un dato para nada menor el desguace que sufrió el plantel. ¿Qué significa esto? Que un grupo que estuvo a escasos pasos del ascenso fue desmembrado de tal manera que el esfuerzo del cuerpo técnico deberá ser supremo para mantener al equipo por la misma línea.
Este mismo panorama era el que se vivía antes del inicio del último torneo, porque también se trataba de muchos nombres nuevos, salvo que esta vez -sin gerenciadora mediante- no parece sencillo que se pueda aspirar al protagonismo principal. "Venimos de hacer una gran campaña, pero ahora hay que armar un equipo nuevo", confió el entrenador Jorge Tschudy, quien nunca se apartó de su discurso optimista: "Obviamente muchos jugadores van a necesitar un tiempo de adaptación a la divisional, pero no desestimamos ser protagonistas", se ilusionó.
En el caso de Argentino, todo pasa por las ganas. Tras el alejamiento del grupo empresario que solventaba los gastos del primer equipo (ahora el apoyo sólo es para las divisiones inferiores) no hubo demasiado tiempo ni recursos para una pretemporada como las de antes. Tampoco para la llegada de jugadores a los que el rótulo de refuerzos no les quede demasiado grande, a excepción del arribo de Gustavo Raggio (firmó el martes), un futbolista al que le sobra experiencia.
Hasta en la columna de los amistosos se notó la escasez. Apenas se disputaron cuatro cotejos: dos ante Defensores de Zavalla (3-2 y 0-0) y los otros dos restantes frente a Real Arroyo Seco (5-0 y 1-1).
La idea de Tschudy era llegar al inicio del torneo con mayor rodaje desde lo futbolístico, pero deberá conformarse con lo que tiene. El panorama no es desalentador, pero tampoco existen demasiados sustentos que inviten al sueño. Por el bien de Argentino, ojalá las ganas y el esfuerzo puedan suplir las falencias que por estas horas no parecen ser pocas.
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Fotos
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Los refuerzos junto al entrenador salaíto.
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